A las seis de la mañana de ayer, los trabajadores del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (SNDTSC) ya cerraban los accesos a la Biblioteca de México “José Vasconcelos” para hacer valer sus demandas de incremento salarial y prestaciones laborales.
Poco a poco el grupo fue creciendo e impidió, durante todo el día, el paso a los usuarios de la biblioteca y el acceso a las oficinas de la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura.
A las 6:30, el director general de Bibliotecas, Marx Arriaga, llegó a las instalaciones y cruzó el cerco, se mantuvo dentro de su oficina para despachar los asuntos urgentes “en aislamiento”, como lo hizo saber en redes sociales, pues ningún trabajador de base ni mandos medios pudieron entrar para cumplir sus labores.
A través de Twitter, Marx Arriaga escribió: “Aprovecharé este aislamiento en el que estoy para escribirles sobre los beneficios de Zapata 2.0 y su nuevo motor de búsqueda. Un líder sindical señala lo siguiente, me pregunto ¿qué arrojaría una búsqueda sobre el tema?”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Arriaga dijo que el problema es sólo con uno de los tres sindicatos y en particular con uno de los líderes del Sindicato Democrático, Fernando Rodríguez, y un grupo de sus cercanos.
Reconoció que no estuvo secuestrado en su oficina, como alguien dijo, y agregó que le preocupa que el paro afectará acciones que “implican el armado de colecciones para la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, los servicios que da la Biblioteca Nacional, el armado de campañas para capacitación a los bibiliotecarios, el inventario que estamos haciendo, todos los procesos cotidianos y algunos urgentes que estamos realizando se detienen”.
Está en duda la visita a bibliotecas y la entrega de acervos a las bibliotecas de Nogales, en Veracruz, y un trabajo semejante que se tiene planeado en bibliotecas de Guerrero.