En Tlaxcala hoy habrá dos eventos de suma importancia para la vida cultural del país, relevantes como pocos: la colocación de la primera piedra del Museo de Sitio de Xochitécatl , en la Zona Arqueológica , y la develación de una placa en el convento Franciscano. Se espera la presencia de los funcionarios de alto nivel de la Secretaría de Cultura y del estado. También se espera la concurrida asistencia de trabajadores de Cultura, quienes, nos dicen, están prácticamente obligados a acudir. ¿Les facilitarán transporte, alimentación, hospedaje? No, porque estamos en austeridad. ¿Es necesario en plena tercera ola con semáforo naranja, medio rojo, con sabor a verde? ¡Claro! ¿Y para qué, para hacer bola? Qué va, si en esta administración son diferentes, ¿o no? Además, la invitación a la conferencia dice claramente que será en la sede de la dependencia ubicada en Avenida Juárez número 62, Col. Centro Tlaxcala. Si allá está el centro de trabajo, ¿dónde deben estar los trabajadores? ¡Pus allá! En fin, ya recibiremos más noticias desde ese bello estado en donde la administración de Frausto tiene particular interés.
Las ardillas ya no salen de Los Pinos
Por cierto, nos cuentan que eso de que “la sede” de la Secretaría de Cultura está en Tlaxcala, está generando ruido entre los trabajadores porque, según, ahora sí se está pensando en hacer un poquito más creíble que hubo una mudanza, pues eventualmente se pedirá mayor presencia de personal en aquellas oficinas. Hay incertidumbre, mucha resistencia y, sobre todo, miedo, pues no sólo los salarios no darían para hacer viajes continuos al estado, también porque la movilidad en este momento no es conveniente si se miran los índices de contagios. También genera molestia porque, nos aseguran, lo cierto es que los altos funcionarios y directivos no están allá, es más, no están ya ni en Arenal, sino en Los Pinos , en donde despachan prácticamente toda la semana, por eso ya les comienzan a decir “las ardillas”. Ya se verá qué estrategia se plantea para que la “sede” sea un dato verdadero, pero exagerado.