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Estudiosos y amigos del poeta Octavio Paz han localizado que las primeras cartas que escribió el Premio Nobel de Literatura están fechadas en 1931 y las últimas en 1998, año de su muerte. Los casi 70 años de correspondencia se publicarán gradualmente en el sitio zonaoctaviopaz.com que está disponible a partir de hoy.
Entre los cientos de destinatarios de las cartas están el poeta Juan Almela; la historiadora e influyente crítica de arte Dore Ashton; el periodista Fernando Benítez; el compositor y filósofo John Cage; el crítico y editor que fundó la editorial Joaquín Mortiz, Joaquín Díez-Canedo; el doctor en derecho Antonio Carrillo Flores; los escritores mexicanos Salvador Elizondo y Carlos Fuentes; la poeta y traductora Monique Fong, quien fue una de las amistades más cercanas al ensayista; el pintor Vicente Rojo; el editor uruguayo Emir Rodríguez Monegal; y el narrador cubano Cintio Vitier.
Este registro de la correspondencia escrita y recibida por Paz está en libros, archivos, fondos documentales institucionales y privados, así como en Internet; y se reunirá en este sitio. Seguirá un orden cronológico subdividido temáticamente en cartas íntimas, con amistades, con traductores y con editores.
Los impulsores de este proyecto, encabezado por el escritor Guillermo Sheridan, son Adolfo Castañón, Christopher Domínguez Michael, Paul-Henri Giraud, David Medina Portillo, Ángel Gilberto Adame, Fabienne Bradu, Maarten Van Delden, Malva Flores, Juan Malpartida y Hugo Verani.
En el texto de bienvenida al sitio se señala que Zona Paz es una iniciativa de un grupo de amigos interesados en estudiar la poesía, el pensamiento y la biografía de Octavio Paz.
“Casi todos estos amigos hemos publicado libros sobre él y la mayoría trabajamos en algún momento en la revista Vuelta, en la edición de sus Obras completas o en algún otro de sus proyectos culturales”.
Sobre el proyecto. Zona Paz está dividida en tres grandes núcleos. En Cronología se puede acceder a lustros que abarcan desde 1914 a 1998; en el primero hay, hasta el momento, dos fotografías del poeta fechadas en 1919, en una posa sentado en una silla y en la otra está acompañado de sus padres, Octavio y Josefina. En cada lustro se colocará información relativa a esos años, así como fotos de la época de distintos acervos como el de Paulina Lavista, y que han sido publicados en libros, revistas y periódicos.
En el lustro que corresponde de 1966 a 1969 se publica un inventario que da cuenta de todo el material epistolar remitido por Paz durante 1968 que han localizado hasta ahora en archivos públicos y privados. Y reproducen completas las cartas que tratan las rebeliones estudiantiles de ese año publicadas en Octavio Paz en 1968: el año axia, por editorial Taurus y compilado por Ángel Gilberto Adame; también se ofrece un video de Paz y Marie José Tramini, Julio Cortázar y Aurora Bernárdez en los jardines de la embajada de México en la India, a principios de ese año.
En el siguiente núcleo, Semblanza, se ofrece una breve semblanza del poeta, y en el apartado “Octavio por él mismo” se reunen textos en los que Paz contó su vida; hay otro titulado “Árbol genealógico”, pero por el momento no cuenta con información.
El último núcleo, Espacios, tiene cinco apartados: “Ojos oídos”, que reune obra plástica, musical y literaria en torno a Paz; “Bibliohemerografía”, que será “un registro de nuevos libros, estudios y reportajes sobre Paz”; “Obras”, “una guía de las Obras completas de Paz por géneros (poesía, ensayo) y temas (literatura, política y sociedad, arte y ciencia)”; “Correspondencia”, con el registro de las cartas; y “Conversaciones y novedades”, con el que se invita a un diálogo y un debate “sobre aspectos biográficos y bibliográficos, se reproducen trabajos relevantes y se informa de nuevos escritos, desde la nota breve hasta la ponencia y la tesis académica”.
La página, sostienen sus creadores, ha implicado un gran trabajo y se requiere de la participación de todos. “De ahí que la página sea una tarea colectiva y que se halle en perpetuo estado de construcción. En construcción, porque todo lector puede aportar algo, porque cada día se abren o localizan —o nos llegan— nuevos archivos y documentos; porque la Internet es una hemeroteca que no cesa de expandirse”.
Y agregan: “Y es colectiva porque, como escribió Paz en Piedra de Sol (1958), nuestros actos serán más nuestros “si son también de todos… los otros todos que nosotros somos”, convicción que reiteró en su último escrito publicado (1997): “Siempre hay un nosotros en cada uno de nosotros”.
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