Este lunes se llevó a cabo el conversatorio “Grandes Problemas en la Cultura y el Patrimonio Cultural”, a cargo del investigador Bolfy Cottom y de los directores de las tres escuelas dedicadas al estudio de la historia, antropología y conservación en el país: Cristina Núñez Gutiérrez, de la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México; Víctor Acuña Alonzo, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH); y Gerardo Ramos Olvera, de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) “Manuel Castillo Negrete”.
En la conversación, Ramos Olvera señaló que el principal problema de la ENCRyM es la falta de presupuestos para atender a los estudiantes, y compartió el dato de que, de 350 aspirantes interesados entrar a la ENCRyM, la institución solo tiene la capacidad de recibir a 28 al año.
“Y me refiero a baja matrícula, no porque no nos lleguen buenos estudiantes, sino porque la escuela no tiene la capacidad de recibir, sobre todo en la licenciatura, generaciones arriba de 28 estudiantes. Es un problema real y es un problema fuerte”, dijo el director.
Lee también Recaudación de fondos para techumbre en Teotihuacan, casi un logro
Ramos Olvera señaló que la formación de los estudiantes de la ENCRyM requiere de muchas atenciones y cuidados, debido a que trabajan directamente con el patrimonio de la nación.
Añadió que los espacios de la escuela son insuficientes para atender a más de 28 estudiantes, y expresó que las prácticas de campo son necesarias para que los estudiantes adquieran conocimientos que les permitan enfrentar el mercado laboral, sin embargo, dijo, no hay recursos económicos suficientes para cubrir los gastos.
“Durante los 56 años de la escuela hemos tenido que batallar con este tema, los recursos nunca han sido suficientes por parte del Instituto, hemos tenido que buscar siempre apoyo de las comunidades para poder solventar esta parte formativa que es indispensable”, apuntó.
Aunado a la problemática, el también maestro en Museología indicó que la ENCRyM tiene un retraso grave en infraestructura científica y tecnológica. “Esto no nos ha permitido hablar de verdaderos avances, de programas de vanguardia o de última generación”, dijo.
El especialista indicó que las bajas drásticas en los presupuestos se acentuaron cuando el INAH pasó a manos de la Secretaría de Cultura. “Es impresionante la labor de conservación que hace la escuela, no sólo estamos formando estudiantes, sino que estamos haciendo una labor social y comunitaria, es fundamental”.
Indicó que es necesario que las tres escuelas del INAH adapten sus planes de estudio para asegurar que los estudiantes tendrán oportunidades de insertarse en el mundo laboral, ya que un gran porcentaje de egresados no encuentra trabajo fuera del Instituto.
Por su parte, el director de la ENAH, Víctor Acuña Alonzo abordó que las problemáticas que enfrentan las tres escuelas son compartidas, pero cada una tiene particularidades.
Acuña Alonzo refirió que la ENAH es como una casa que ha ido construyendo cuartos y cuartos porque los integrantes han ido creciendo, pero, dijo, “los cimientos, y la estructura, y los servicios, son los mismos que había en los años ochenta”.
Indicó que el tema del presupuesto se mantuvo estable durante varios años, sin embargo, la matrícula creció, también los posgrados, por lo que los recursos comenzaron a ser insuficientes.
Lee también Pagan 9.5 mdp por Códices de San Andrés Tetepilco