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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Córdoba, Argentina. —¿Celebración o conmemoración?, ¿encuentro o choque?, ¿avasallamiento o intercambio? El cómo recordar la llegada del ejército español comandado por Hernán Cortés a tierras americanas hace 500 años es una reflexión en la que participan escritores, intelectuales, académicos y pensadores de diversas naciones de América, entre ellos el nicaragüense Sergio Ramírez, los argentinos Luisa Valenzuela y Mempo Giardinelli y el mexicano Alberto Vital, pero también el español Luis García Montero. Ellos analizan la forma en cómo plantearse ese episodio histórico.
En el marco de la discusión sobre el futuro del español que se da en el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, estos pensadores reflexionan en torno a los 500 años de la llegada de los españoles a América.
El común denominador es que la asumen como una conmemoración que debe llevar a un periodo de reflexión y diálogo sobre un episodio fundamental para este continente, que representó un choque de culturas y un avasallamiento que trajo consigo imposiciones y aportaciones para América, como el español.
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, premio Cervantes de Literatura, asegura que “siempre debemos examinar con sentido crítico el sentido de nuestra historia y la brutalidad de la Conquista, no hay que olvidar que fue el choque de dos civilizaciones en distintos estadios de desarrollo y luego produjo una mezcla porque España no trajo el Renacimiento, España trajo la Edad Media”.
Dice que es una conmemoración y que son fechas que no podemos olvidar porque abonan a nuestra propia historia y es necesario reflexionar sobre nuestra historia, incluso desde los tiempos precolombinos, dialogar para poder apreciar lo que eran las civilizaciones y la forma de organización social que tenían los pueblos aborígenes antes de la llegada de los españoles.
“Hay que reflexionar sobre qué significó el proceso de la Conquista, la Colonia, quiénes hicieron la Independencia, para qué ha servido la Independencia y qué es lo que tenemos nosotros como retos; no quedarnos a contemplarnos en la historia pasada sino usarla simplemente como un mural en el que ver lo que ha ocurrido, para pintar la otra pared de ese mural, que es el futuro”, asegura el autor de Castigo divino.
Transformar la historia. La escritora argentina Luisa Valenzuela afirma que fue un encuentro y que ahora al recordar los hechos se pueden plantear “las dos cosas, una celebración y también un choque porque vinieron a cambiar culturas, porque no hay duda que los españoles, sobre todo, aportaron la lengua, que fue una gran ganancia, pero fue como un avasallamiento”.
La autora de La travesía asegura que no hay ninguna duda de que este encuentro transformó la historia, “la historia sería muy otra, es más abarcadora en el sentido de las comunidades y la cosmogonía, trajo otra manera de ver el mundo, que es la manera occidental, a un mundo que era más oriental”.
Mirar al futuro. El poeta español Luis García Montero señala que más que celebración hay que buscar quizás una conmemoración o un recuerdo, y valorar las cosas positivas y las cosas negativas. “Esa es la historia de la humanidad. Yo, por ejemplo, cuando pienso en México, pienso en la hospitalidad que tuvo con el exilio español en una época muy difícil para España, la hospitalidad enriquece, a nosotros nos enriqueció mucho, la hospitalidad con que fuimos recibidos en México; y en México, el mundo universitario y cultural se enriqueció mucho con los españoles que llegaron”.
El director del Instituto Cervantes dice que los pueblos tienen que entenderse y ese entendimiento es lo que tiene que servir para mirar hacia el futuro. “Sin duda alguna los árabes enriquecieron la cultura del andaluz y hay que estar en contra de los que quieren defender la violencia contra los árabes, pero yo me traicionaría a mí mismo si no supiese que mis padres, mis abuelos, mis tatarabuelos de hace siglos no me han hablado en árabe sino en español, esa es mi herencia, es la herencia de todos”.
El idioma, un gran puente. El escritor mexicano Alberto Vital también está por la conmemoración. “Hay que conmemorar, dialogar muchísimo para reflexionar con nuestros grandes especialistas en torno a la llegada de Hernán Cortés a costas americanas; siempre con un ánimo analítico, crítico y reflexivo; hay mucho sobre lo cual reflexionar y el ánimo tiene que ser de muchísimo diálogo entre las dos orillas del Atlántico”.
El coordinador de Humanidades de la UNAM dice que en este encuentro de España y América, el idioma español es un gran regalo y hay que aprovecharlo para tener visiones geopolíticas hacia el futuro. “Tenemos un diálogo pendiente entre nosotros, hay mucho que decir aún, respetando las diferencias y las diversidades, que son naturales, desde políticas hasta étnicas, pero tenemos este magnífico puente en común: el español”.
El narrador argentino Mempo Giardinelli también es de la idea de que hay que conmemorar. “España nos ha dado no sólo migraciones de gente laboriosa, también nos dio nuestros clásicos, España son nuestros clásicos, nuestros maestros, nuestros formadores de estilo y estética; España nos ha dado lingüísticamente la vida misma, bien o mal, convenciendo o imponiéndose nos legó para siempre una lengua maravillosa; a todo esto han contribuido hermanos de otras geografías, que no son iguales pero son hermanos”.
En el marco de este encuentro en torno a la Lengua Española, Gonzalo Celorio, director de la Academia Mexicana de la Lengua, aseguró que España no tiene por qué pedirle perdón a México, como ha solicitado que lo haga el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Justo el español y los retos ante el futuro son el eje del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española que continúa hoy y mañana con diálogos en los que participan más de 200 estudiosos y escritores.