Texto: Carlos Villasana y Ruth Gómez

Fotografía actual: Alejandra Arriaga

Diseño web : Miguel Ángel Garnica

Uno de los recursos naturales que ha distinguido a México desde finales del siglo XIX es el petróleo; sin embargo, fue hasta el Porfiriato que se permitió que empresas estadounidenses, inglesas y holandesas -principalmente- pudieran explorar, descubrir y trabajar el petróleo mexicano. De acuerdo con el libro “Albúm de Oro de América” “el descubrimiento de riquísimos pozos, dio origen a la formación de numerosas compañías que se dedicaron a la más intensa y productiva explotación de la riqueza petrolera nacional”.

El desarrollo de la industria petrolera, aunado a la llegada de medios de transporte motorizados hizo necesario que a lo largo de la ciudad se distribuyeran estaciones de servicio donde los automóviles pudieran cargar combustible. Algunas de ellas eran todo un deleite visual, ya que tomaban ciertas características arquitectónicas de aquello que las rodeaba, logrando así distinguirse de las demás.

El arquitecto Rafael Fierro Gossman, explica a El Gran Diario de México que “uno de los pozos más espectaculares (...) que colocó a México a la vanguardia en la explotación de yacimientos terrestres (lo que se llamó la “Faja de Oro de México”), fue “Cerro Azul No. 4”, en terrenos de las haciendas de “Toteco” y “Cerro Azul”, entonces propiedad de la “Huasteca Petroleum Company”, yacimiento que fue uno de los mantos petroleros más productivos a nivel mundial, al obtener una producción -al 31 de diciembre de 1921- de poco más de 57 millones de barriles…”

La Huasteca Petroleum Company construyó una de las estaciones de servicio más bellas que la ciudad haya tenido; su diseño tomó propuestas del arquitecto Roberto Álvarez Espinosa y “se presentaba como puerta/arco de acceso al nuevo fraccionamiento [la actual Lomas de Chapultepec] y se hermanaba con el diseño para la “Puerta y Fuente Monumental de Chapultepec [la fuente ubicada al centro del paradero de la estación de Metro Chapultepec]”, explica el entrevistado.

Fue así que la puerta/estación de entrada para la zona habitacional de Chapultepec Heights de la Huasteca Petroleum Company, se erigió con una arquitectura neocolonial, con una estructura de hierro que sostenía un techo de vidrio, con los despachadores a los costados.

Cuando las gasolineras eran una obra de arte
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Cuando las gasolineras eran una obra de arte
Cuando las gasolineras eran una obra de arte

Así lucía la estación de servicio ubicada en la entrada de lo que hoy conocemos como Lomas de Chapultepec, en los años veinte del siglo pasado. Hoy en este lugar vemos la famosa fuente de Petróleos. Cortesía Rafael Fierro Gossman. Foto actual: Alejandra Arriaga/Cortesía.

Después de la expropiación petrolera de 1938, la estación pasó a manos de PEMEX y fue llamada “Estación de servicio Paseo de la Reforma Lomas” y después de la Segunda Guerra Mundial, fue demolida.

Entre 1950 y 1952, Miguel Alemán Valdés mandó a construir sobre ese mismo sitio, la popularmente conocida como “Fuente de Petróleos”, cuyo nombre oficial es el de “Monumento a la Industria Petrolera de México” diseñado por el arquitecto Vicente Mendiola Quezada con grupo escultórico de Juan Fernando Olaguíbel Rosenzweig, conmemorando la expropiación de la industria petrolera del 18 de marzo de 1938.

Cuando las gasolineras eran una obra de arte
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Postal de la Fuente de Petróleos en los años sesenta; que encierra varias características que marcaron la regencia de Ernesto P. Uruchurtu en el D.D.F.: el embellecimiento de plazas públicas, el cuidado a monumentos y la colocación de alumbrado público. Colección Villasana - Torres.

Otra de las estaciones de servicio más vistosas, quizás no tanto por su arquitectura misma sino por dónde se encontraba ubicada fue la gasolinera “Corona Roja”, que ocupaba parte de la casa del afamado arquitecto italiano Adamo Boari.

Boari realizó decenas de proyectos en el territorio nacional, siendo los más conocidos el Palacio Postal o el diseño del Palacio de Bellas Artes. El arquitecto tenía su casa en el cruce de las avenidas Veracruz y Jalisco, las actuales Insurgentes y Álvaro Obregón; Rafael Fierro comenta para El Universal que durante inicios del siglo XX, los habitantes de la colonia Roma eran personajes de alcurnia o de importancia para el Porfiriato, por lo que no es extraño que se concediera a Boari un predio en la zona.

El arquitecto y su familia viajaban mucho, por lo que rentaron su casa a R.L. Wiles; en 1923 Boari “autorizó al señor Wiles a demoler la barda de la casa de la Colonia Roma y a edificar en el jardín norte una estación de servicio para la que Boari envió bocetos; es interesante hacer notar que parte de las rejas de esa barda se usaron como remates en la estación de servicio. Wiles fue el administrador de esa estación de servicio”, dice Rafael.

En 1928 se edificó la estación de servicio y expendedora de gasolinas “Corona Roja” y lubricantes “Zerolene” de la compañía Standard Oil Products. La estación operó hasta la expropiación petrolera de 1938, cuando cerró sus puertas y quedó abandonada hasta 1941.

Cuando las gasolineras eran una obra de arte
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Estación de gasolina “Corona Roja” de la compañía Standard Oil Products en las calles que hoy tienen el nombre de Álvaro Obregón e Insurgentes, antes avenidas Veracruz y Jalisco en la colonia Roma, atrás la casa del arquitecto italiano Adamo Boari. Foto actual: Alejandra Arriaga/Cortesía.

Después de la expropiación, las gasolineras que estaban a lo largo de la República se vistieron de los colores de la bandera mexicana, los letreros de Petróleos Mexicanos o PEMEX estaban acompañados por invitaciones a consumir lo producido en el país.

Algunas de las gasolineras conservaban la arquitectura con las que habían sido construidas y muchas otras empezaron a construirse siguiendo el diseño que las autoridades de PEMEX habían aprobado.

Uno de los más famosos es el que ideó el arquitecto Félix Candela , quien fue contratado por PEMEX para que diseñará estaciones de servicio en todo México; para ello el arquitecto utilizó uno de los sellos representativos de su trabajo, los “paraguas” invertidos que se pueden observar, por ejemplo, en la estación de Metro Candelaria.

Cuando las gasolineras eran una obra de arte
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El diseño de Félix Candela de paraguas invertido fue clásico de su obra. Aquí una imagen de la segunda mitad del siglo XX

Dos ejemplos de este tipo se encuentran en las colonias Roma y Del Valle. En el cruce de Av. Yucatán y Coahuila estaba la siguiente gasolinera, que desde los años sesenta hasta principios de este milenio operaba con su arquitectura original. Hace unos cuantos años, la infraestructura se remodeló, lo que conllevó a que el diseño se volviera menos llamativo y con lo que ahora se podría considerar como “clásico”: techo rectangular, con los despachadores al centro.

Cuando las gasolineras eran una obra de arte
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Así fue la transformación de la gasolinera construida por Félix Candela, en los años sesenta del siglo XX, finales de los ochenta y en la actualidad. Imágenes: Google y Google Maps.

La gasolinera que está sobre División del Norte e Insurgentes en los límites de la colonia Del Valle, también siguió el modelo diseñado por Candela; en la actualidad sigue conservando la estructura original, aunque en el techo en vez de tener las letras PEMEX en rectángulos, sigue el estilo que tienen ahora las gasolineras de esta institución.

Cuando las gasolineras eran una obra de arte
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La gasolinera ubicada en Insurgentes y División del Norte, en la década de los setenta. Imágenes: Archivo Fotográfico EL UNIVERSAL, Google Maps.

Cuando las gasolineras eran una obra de arte
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Estación de servicio ubicada en el cruce de Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes, muy cerca de la Glorieta de Cuauhtémoc en los años setenta; estaba adornada con una enorme lata de Pemex-Sol. Colección Villasana - Torres.

Las gasolineras se fueron remodelando con el paso de los años, siguiendo el diseño uniforme que PEMEX decidió; sin duda las estaciones de servicio se convirtieron en un símbolo de la vida cotidiana de las ciudades del país; para las generaciones que crecieron con PEMEX como el único dispensario de gasolina , hay un dejo de nostalgia al circular por las calles.

Cuando las gasolineras eran una obra de arte
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Gasolinería sobre Ejército Nacional y Moliere en los años setenta. Colección Carlos Villasana

Los colores verde, blanco y rojo de algunas estaciones han cambiado por amarillos, azules, naranjas y ya lucen nombres de empresas de otros países con diseños más universales sobre las estructuras de estaciones de servicio.

La fotografía principal es la estación de servicio de la Huasteca Petroleum Company, en las primeras décadas del siglo pasado. Hoy en este lugar observamos la famosa fuente de Petróleos. Crédito: Rafael Fierro Gossman, cortesía.

Nuestra fotografía comparativa es la estación de servicio “Corona Roja” en la colonia Roma, año de 1928, entonces propiedad de la empresa Standard Oil Products. Rafael Fierro Gossman, cortesía.

Fotografía antigua: Archivo Fotográfico EL UNIVERSAL, Rafael Fierro Gossman/ Cortesía y Colección Villasana - Torres.

Fuentes: Arquitectos Rafael Fierro Gossman y Christian del Castillo. Libro “Albúm de oro de América”. Archivo Hemerográfico EL UNIVERSAL.

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