Al buen Enriquito
la huesuda lo visitó
allá en su casita blanca
con voz pausada le susurró:
"He venido a llevarte
con todo y tu copete,
eres al primero
que me llevaré del gabinete"
"No tengas miedo
que al infierno no irás,
no sea que estando ahí
eches a perder a los demás"
Enrique se preocupó
y no daba crédito a la nota,
le dolía tanto en el alma
el dejar a su gaviota