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#LaVozDeLosExpertos
Es normal que nos alteremos cada vez que escuchamos sobre algún error de seguridad en alguna de las plataformas que utilizamos para trabajar, entretenernos y comprar. La calle suele ser este escenario en la vida real, en donde estamos lejos de ser personajes de “Ready Player One”, y en México, especialmente en algunas ciudades, sabemos que al realizar esas actividades no estamos del todo seguros. Pero la realidad es que el móvil ha tomado más terreno en nuestra cotidianidad y la forma en la que obtenemos nuestros bienes y algunas satisfacciones.
Parisa Tabriz
Mientras vamos adoptando el uso de estos dispositivos también vamos adquiriendo algunas costumbres que no son tan buenas. He escuchado de personas que usan las redes públicas para realizar transacciones bancarias o compras sin conocer las certificaciones de seguridad del lugar en el que se conectan. También se encuentran quienes no actualizan las apps de sus celulares a las versiones más recientes o que no han ejecutado la actualización del sistema operativo de su dispositivo.
Quienes somos más adeptos a la tecnología estamos ansiosos por probar las últimas actualizaciones lo antes posible y estamos dispuestos a vivir con bugs y reportando fallas por impulsar una tecnología o conocer mejor un sistema. Pero también están los que no quieren que la tecnología los interrumpa por una actualización, en la que la seguridad debe de ser casi invisible y siempre presente.
Lo que no pueden dejar de tener iOS o Android son actualizaciones de sistema y de seguridad. De hecho, sería óptimo que dichas actualizaciones se hicieran por su cuenta cuando estamos ocupados o dormidos, pero la seguridad también implica aceptar nuevos términos de uso y de privacidad y eso requiere de nuestro consentimiento previo.
Hace pocos días se celebró DEFCON en Las Vegas, una conferencia de seguridad relacionada a diversos medios digitales. Por supuesto que se habló de vulnerabilidades de dispositivos, vulnerabilidades de sistemas operativos, vulnerabilidades en aplicaciones y vulnerabilidades en todos los sentidos, pero la principal para que un ataque sea exitoso, suele estar en el eslabón más débil: que sigue siendo el usuario, el humano.
Es por eso que hay que tener presentes algunos consejos básicos de protección y, aunque no aseguran a la totalidad nuestro bienestar digital, veámoslo como no ir por la calle mostrando cosas brillantes o dinero al aire.
Entre los métodos de protección más recomendables están: tener actualizado tu sistema operativo y las aplicaciones (en especial las bancarias y las de transacciones). Evitar utilizar redes públicas para transacciones bancarias o compras en línea; así como utilizar servicios como PayPal o tarjetas digitales (números únicos por transacción) a la hora de realizar una compra en Internet. Si se tiene la experiencia, es bueno agregar una capa de seguridad con un VPN, pero si no, con la red de su proveedor de datos móviles está bien, solo no lo hagan en un WiFi público. Si van a prestar su dispositivo móvil, traten de que tenga un perfil de préstamo, ya sea privado con una pestaña incógnito de Chrome o Firefox Focus.
Más allá del #ruidoblanco alrededor de las vulnerabilidades lo más importante: bloqueen su celular con pin, contraseña, reconocimiento facial, lectura de huella, ADN de sus pestañas, lo que sea… pero bloqueen su smartphone.