La revocación de mandato y la obsesión del presidente Andrés Manuel López Obrador por aparecer en la boleta el día de las elecciones intermedias del 2021, hicieron que el martes pasado se rompiera toda posibilidad de acuerdo entre Morena y la oposición para lograr una mayoría calificada conjunta en el Senado.
Ese día, en la Junta de Coordinación Política, los líderes de la oposición Mauricio Kuri, Miguel Osorio, Dante Delgado y Miguel Ángel Mancera le insistieron a Ricardo Monreal en la necesidad de convocar a parlamento abierto para revisar y modificar algunos temas de la minuta enviada por la Cámara de Diputados, pero una y otra vez el morenista dijo no: la fecha del 2021 es inamovible y no se cambia la facultad del presidente para convocar a la consulta de revocación.
Fueron varias horas de discusión pero no hubo ningún avance entre lo que pretendían los opositores en bloque, que era modificar la minuta de Reforma Constitucional, y lo que exigía el coordinador de la mayoría de Morena, que era mantener en todos sus términos la iniciativa presidencial aprobada y enviada al Senado por los diputados.
La tensión llegó a tal punto que en algún momento, el coordinador de Movimiento Ciudadano se enfrascó en una discusión con Ricardo Monreal, según cuentan senadores presentes. Dante insistía en que se repitiera el esquema utilizado con la Guardia Nacional y se convocara a reuniones con especialistas, académicos y sociedad civil para analizar los términos de la Revocación de Mandato, y ante la reiterada negativa de Monreal, el senador veracruzano se levantó enojado de la mesa, recogió sus tarjetas y espetó: “Entonces así no se puede. Díganle a su presidente que no va a pasar su reforma reeleccionista”.
El silencio se hizo en la sala ante la salida intempestiva del coordinador de MC y aunque la reunión siguió por unos minutos más, ya no hubo punto de retorno. “Nos vamos entonces a la votación”, dijo Monreal y el resto de los coordinadores de la oposición lo secundaron: “Pues nos vamos a la votación”. Ahí se canceló cualquier posibilidad de acuerdos sobre esta iniciativa y es posible que el martes se apruebe sólo con el voto de Morena en comisiones, para ser llevado al pleno esta misma semana.
Y ahí vendrá nuevamente la guerra de los números porque a la bancada morenista con todo y sus aliados del PT, PVEM y PES no le alcanzan sus 76 votos para lograr la mayoría calificada que necesita la reforma al artículo 41 constitucional, por lo que Ricardo Monreal y sus operadores tendrían que buscar convencer al menos a 9 senadores de la oposición para que, en lo individual, le dieran su voto a favor a la iniciativa de López Obrador.
¿RESISTE EL BLOQUE O HABRÁ TRAICIONES?
Ya en el escenario de ruptura que se vive en este tema en el Senado, la posibilidad de que se apruebe la Revocación de Mandato o de plano sea rechazada al no alcanzar tres cuartas partes de la votación de los senadores presentes, recae en dos ámbitos: el de las matemáticas y el juego de las presiones, los arreglos por debajo de la mesa y hasta el ausentismo, obligado o inducido de algunos senadores de la oposición.
Matemáticas porque la “cifra mágica” para lograr una mayoría calificada varia según el número de senadores presentes al momento de la votación. En el caso de que los 128 senadores de todos los partidos asistieran el día de la sesión y estuvieran presentes cuando se vote por listado nominal y en la pantalla electrónica, Morena y sus aliados requerirían 85 votos para aprobar la iniciativa del presidente. Pero conforme baje la cifra de asistencia y de presencia de senadores, también bajan los votos necesarios para modificar la Constitución. Por ejemplo, con 124 senadores ya sólo se necesitan 83 votos; con 119 bastan 79 votos y si sólo hubiera 113 senadores presentes cuando se llame a votar, la Revocación de mandato podría ser aprobada con los 76 votos del bloque oficialista en el Senado.
En estos escenarios de números, votos y asistencias, entran en juego nuevamente los gobernadores de los estados. Los 12 gobernadores panistas, que conforman la Asamblea de Gobernadores de Acción Nacional, ya se reunieron el miércoles pasado con los senadores de su bancada y les dijeron que respaldan su posición de rechazar la iniciativa de Revocación tal y como la planteó el presidente y la aprobaron los diputados. “Los gobernadores de @GOAN_MX coincidimos y apoyamos la posición de los senadores del PAN, de no respaldar la propuesta de revocación de mandato (…), tampoco la fecha propuesta por el Ejecutivo”, expresaron en sus redes sociales los mandatarios blanquiazules.
En el caso del PRD y MC, Enrique Alfaro y Silvano Aureoles no se han pronunciado al respecto y no se sabe si podrían intentar convencer a algunos senadores de sus partidos, pero la mayor incógnita y la posibilidad de que algunos senadores vayan en contra de su partido, parece estar nuevamente en el PRI donde se centran la mayoría de las miradas. Y es que en la pasada discusión de la Guardia Nacional, antes de que en el Senado se lograra el acuerdo de consenso que permitió una aprobación unánime de todos los partidos, los gobernadores priistas aparecieron en la escena con aquella reunión en la Segob, con el gabinete de seguridad, en donde todos le dieron su respaldo a la iniciativa del presidente López Obrador en todos sus términos.
Aquella vez se supo de varios gobernadores como Alfredo del Mazo y otros que habían ofrecido directamente el voto de los senadores de su estado a favor de la minuta que quería el presidente y que había incluso hablado y operado para pedirle a los legisladores que votarán en el mismo sentido que la mayoría de Morena. Al final, aquellos ofrecimientos no se materializaron porque Ricardo Monreal convenció al presidente de aceptar algunos de los cambios que pedía la oposición para ganar así toda la legitimidad para su Guardia Nacional aprobada con unanimidad histórica.
Esta vez la pregunta es si nuevamente habrá gobernadores que metan las manos para apoyar al presidente y a Morena con su iniciativa de Revocación de Mandato en el Senado. Ya vimos a tres diputados del PRI, los coahuilenses Rubén Moreira, Martha Garay y Fernando de las Fuentes votar con Morena en la Cámara de Diputados y darle la mayoría para aprobar esa misma iniciativa, y a otros priistas más que, casualmente, se ausentaron o no asistieron a esa votación. ¿Veremos ahora a senadores del PRI o de otros partidos ir con el bloque gobiernista y darle la mayoría a la presencia del presidente López Obrador en la boleta electoral en el 2021?
NOTAS INDISCRETAS…
Al ex presidente Peña Nieto el divorcio de su esposa Angélica Rivera le va a salir caro. Aunque los papeles para la separación estaban listos desde antes del 1 de diciembre que terminó su gobierno, por alguna razón el entonces presidente postergó la decisión de firmarlos y fue hasta ahora que lo exhibieron las revistas del corazón paseando con su nueva novia en Madrid, que por presión de la señora Rivera se ve obligado a concretar el trámite. El problema es que, lo que en principio era un acuerdo tranquilo y pacífico de las dos partes, se convirtió ahora en una serie de exigencias, condiciones y reclamos por parte de su esposa, que según cercanos se sintió molesta y ofendida cuando Peña violó sus acuerdos y se dejó ver en público con su pareja nueva. Son varias y fuertes las condiciones que Rivera le pone ahora a su esposo para firmarle el divorcio, pero hay dos que, según allegados a al exprimera dama, llaman la atención: la señora le pide a Peña 35 automóviles de último modelo para ella y toda su familia, y que en los próximos 12 años ella y su familiares puedan desplazarse en aviones privados para evitar ser objeto de ataques, burlas o comentarios. Y esas son sólo dos condiciones…Por cierto que los que asistieron a la boda del hijo del abogado Juan Collado el sábado pasado en Acapulco, comentan sobre la que fue la “presentación en sociedad” del expresidente Enrique Peña Nieto y su nueva novia, la modelo Tania Ruiz. Uno de los asistentes que convivió con la pareja narra que “se les vio muy enamorados y contentos bailando todo el tiempo” y dice que, “a diferencia de la señora (Angélica) Rivera que casi no hablaba en las fiestas ni saludaba a muchas personas, Tania anduvo muy sociable, presentándose, saludando a todo mundo y tomándose fotos con quien se lo pedía”. Y ya entrados en gastos, cuenta la fuente que al día siguiente de la boda, hubo una “bohemiada” en la casa del padre del novio —donde por cierto se hospedó el expresidente con su nueva pareja— y que ahí otra vez agarraron la fiesta y a Peña se le veía de lo más contento cantando, entre sones, boleros y hasta bailando aquel merengue de “Y que no me digan en la esquina, el venao, el venao” ¿A quién se lo dedicaría el ex?...Dados girando. Escalera doble y semana perfecta.
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