Más Información
UNAM abre nueva etapa con China; se reúnen el rector y el ministro de Educación para profundizar relación universitaria
Claudia Sheinbaum presenta declaración patrimonial; reporta un departamento de 2.7 millones de pesos y un Aveo 2013
Desde box hasta trampolín Fitness; clases masivas como estrategia de Claudia Sheinbaum para incentivar el deporte
Universidad Autónoma de Guerrero entrega doctor Honoris a Rosario Ibarra de la Garza; premio post morten fue recibido por su hija
Claudia Sheinbaum se reúne con familiares de mineros atrapados en El Pinabete y Pasta de Conchos; continúan rescates, asegura
La chispa de un ataque de porros enviados expresamente a atacar a estudiantes preparatorianos del CCH Azcapotzalco, a las puertas de la Rectoría, encendió la mecha de un conflicto estudiantil en la Universidad Nacional Autónoma de México, que anoche tenía en paro indefinido a 39 escuelas, Preparatorias, CCH, Facultades y Posgrados, que se solidarizaron ante lo que consideran una “agresión inaceptable” contra la comunidad universitaria.
Un día después de la agresión que dejó cinco estudiantes heridos, nadie aceptaba la paternidad de una acción claramente orquestada, que ocurre justo a un mes de que se cumplan los 50 años de la masacre de Tlatelolco y del movimiento estudiantil que abanderó las demandas de libertades y derechos de toda una generación que terminó brutalmente reprimida por el Estado mexicano. Pero también, el ataque a la UNAM ocurre en medio de una transición de Gobierno caracterizada por una civilidad casi aterciopelada, la cuál podría verse alterada si la principal universidad pública del país entra en un paro prolongado que desate un conflicto que contagie a otras universidades y escuelas públicas, con impacto directo en la estabilidad y gobernabilidad del país.
Otro hecho político que coincidió en tiempo fue el nombramiento, dos horas antes del ataque, de Santiago Nieto como próximo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera que investigará corrupción y el lavado de dinero en el gobierno de López Obrador. Y justo a la hora en que ocurrió la agresión a los estudiantes, a las afueras de la Torre de Rectoría el rector, Enrique Graue, asistía al mensaje del presidente Peña Nieto, en Palacio Nacional, con motivo de su 6to. Informe.
¿Es pura casualidad que se aprovechen todos esos tiempos y circunstancias para intentar desestabilizar a la máxima casa de estudios?
Porque además, en medio de acusaciones cruzadas en las que la Rectoría de la UNAM se deslinda de cualquier vínculo con los grupos porriles, se declara agraviada por el ataque y culpa, sin identificarlo, a “un grupo político” que orquestó la incursión de los porros para “desestabilizar” a la comunidad universitaria.
Un video difundido ayer por la SSP capitalina muestra, a través de las cámaras del C5, el trayecto del camión que transportó, desde el norte de la ciudad al grupo de porros que, ataviados con camisones del equipo de futbol americano de la UNAM, fueron trasladados desde la 1:30 del mediodía hasta las inmediaciones de CU, donde se les ve actuar de manera coordinada, como si tuvieran instrucciones específicas. ¿Quién envió ese camión?
Especulaciones sin confirmar apuntaban a presuntas manos políticas detrás del ataque; desde las que decían que los porros pertenecen a tres planteles distintos con presuntos vínculos con el PRI, hasta las que apuntaban a pugnas entre grupos internos de la UNAM, algunos también de filiación priista y otros ligados a personajes como Claudia Sheinbaum.
Y la más grave hipótesis que circulaban ayer en CU tiene que ver con grupos del narcotráfico en la CDMX que controlan el narcomenudeo y el jugoso negocio de venta y distribución de drogas en la UNAM, vinculados primero al Cártel de Tláhuac y tras la caída de El Ojos, en manos de la Unión Tepito que controlaba El Betito. Esos grupos de crimen organizado se beneficiarían indudablemente de una crisis que desestabilice a la universidad, además de que son los principales generadores de violencia en los planteles y el campus universitarios, en un fenómeno que no han podido o no han querido atender de fondo las autoridades.
Por lo pronto, mientras se identifican las huellas de los que quieren incendiar a la Universidad Nacional, anoche la lista de escuelas en paro era la siguiente: las Escuelas Nacional Preparatorias 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9; los CCH Azcapotzalco, Naucalpan, Oriente, Sur y Vallejo. Las FES Aragón, Acatlán, Cuautitlán, Iztacala, Zaragoza; las Facultades de Arquitectura, Arte y Diseño, Ciencias, Ciencias Políticas y Sociales, Contaduría y Administración, Derecho, Economía, Filosofía y Letras, Ingeniería, Medicina, Música y Odontología; los Posgrados en Psicología, Química y Veterinaria y Zootecnia; y las Escuelas del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, Escuela Nacional de Lenguas Lingüística y Traducción, Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia y Escuela Nacional de Trabajo Social.