La imagen de una boda el fin de semana, en la hacienda Jajalpa en el Estado de México, confirma que el discurso de Andrés Manuel López Obrador, que todos los días condena a la corrupción y a los corruptos a los que considera “enfermos” y hasta quiere mandarlos a “terapias” o poner sus nombres en placas alusivas de obras públicas, no es más que retórica que, hasta hoy, no se corresponde con acusaciones o procesos formales contra ningún político o ex funcionario.

Porque mientras el presidente repite a diario en sus discursos que acabará con la corrupción y los corruptos, y ayer domingo anunciaba en el sureste que con el dinero y propiedades que les va a quitar hará “obras para los pueblos” y exhibirá el nombre de “políticos corruptos” o cárteles de la droga a los que se les confisquen bienes, varios personajes cuyos nombres han sido mencionados por él o por otros funcionarios de su gobierno, aparecen de lo más tranquilos y relajados en un video de la mencionada boda difundido el fin de semana en las redes sociales.

La celebración en cuestión, de una hija del abogado Juan Collado, contó con la presencia de varios aludidos en los discursos de López Obrador o de otras instancias de gobierno cuando sobre temas o denuncias de corrupción. Desde el ex presidente Enrique Peña Nieto, a quien incluso Andrés Manuel ha dicho que someterá a juicio junto con otros ex mandatarios “por temas de corrupción”, que se veía muy sonriente y contento con su nueva novia, la modelo Tania Ruiz, a quien presentó en sociedad en ese evento, hasta el líder petrolero, Carlos Romero Deschamps, que parece seguir gozando del favor del actual gobierno a pesar de denuncias penales de trabajadores petroleros por desvíos de fondos sindicales o de la cacareada democratización sindical que no parece hacerle mella al dirigente priista del STPRM.

Apenas el viernes, en su conferencia mañanera, AMLO aludió nuevamente a la corrupción del sexenio anterior al hablar de vehículos de lujo y “casas en Las Lomas que eran custodiadas por políticos” y, sin mencionar por su nombre al ex presidente, dijo que tenía “dos vehículos, de lo más extravagantes que pueden imaginar, dos camionetas, que regaló a la Presidencia (de Peña Nieto) el Rey de Jordania y que no se sabía que existían y ya aparecieron” y que ahora serán exhibidos este lunes en Los Pinos y posiblemente vendidos, subastados o entregados a la Guardia Nacional. ¿Podía Peña Nieto legalmente recibir dos autos de lujo de un monarca extranjero?

Junto a Peña y Deschamps, escuchando en vivo a Julio Iglesias, se puede ver al ex presidente de la Corte, el ministro Luis María Aguilar, a quien investigaciones y documentos internos del Consejo de la Judicatura Federal, publicados el pasado 3 de abril por EL UNIVERSAL, atribuyen irregularidades, retrasos, sobreprecios e incumplimientos de contratos en la construcción de un Centro de Justicia Penal Federal en Oaxaca y otro más en Reynosa, Tamaulipas, en casos que están siendo investigados y que podrían incluso generar demandas en contra del Poder Judicial.

También muy quitado de la pena, aparece en el video de la fiesta el ex encargado de despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, quien se dedicó durante el último año que estuvo al frente de la extinta procuraduría, a obstaculizar, obstruir y retrasar las investigaciones de casos de corrupción como el de Odebrecht, la Estafa Maestra y que fue parte de la “reclasificación del delito” que permitió al ex gobernador veracruzano Javier Duarte obtener una sentencia por sólo 3 años de prisión, a pesar de los millonarios desvíos en su estado. Recientemente el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, acusó a los anteriores titulares de la PGR, de la que Elías Beltrán fue el último, de heredarle un “rezago de hasta 300 mil averiguaciones previas y carpetas de investigación, 21 mil órdenes de aprehensión incumplidas; con una anarquía en la estructura administrativa que utilizaba la flota aérea de forma irracional, compras millonarias de aeronaves y drones sin justificar las necesidades y beneficios”, además de que acusó que la institución “se convirtió en un verdadero verdugo de sus enemigos políticos, mientras encubría en forma permanente a los cómplices del poder”.

Así que, viendo lo contentos y relajados que se ven esos y otros personajes que, en el discurso diario de López Obrador, simbolizan la terrible corrupción gubernamental que le heredaron, podría decirse que las palabras y discursos del presidente no parecen asustar a los corruptos que, como dice esa célebre frase “gozan de cabal salud”.

 NOTAS INDISCRETAS…

A propósito de corrupción, el diario español El País adelantó ayer parte de una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción que hoy será difundida y que acusa al superdelegado del gobierno de López Obrador en Jalisco, Carlos Lomelí, de estar recibiendo contratos de varias dependencias federales para su empresa Abisalud, que abastece fármacos e insumos de salud.El tema es delicado, no sólo por un claro conflicto de interés entre un funcionario federal y la asignación de contratos públicos a una empresa de su propiedad, sino porque el presidente ha denunciado que en el sexenio pasado “varios funcionarios y políticos se beneficiaron de los contratos para la compra de medicamentos” y lo ha expuesto como un caso claro de corrupción. Veremos qué tan documentada está la denuncia contra Lomelí, pero también veremos qué tan congruente es el presidente cuando habla de la corrupción de funcionarios que controlaban la venta de medicamentos e insumos al sector salud…Los dados mandan Serpiente. Mal comienza la semana.


sgarciasoto@hotmail.com

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