Más Información
Anuncian instalación de 25 albergues en la frontera con EU por amenaza de deportación masiva; Rosa Icela dialoga con gobernadores
Tras denuncias en Infonavit, revelan fraude en Yucatán; resurge caso del Cártel Inmobiliario de los Mañé
La maestra Elba Esther Gordillo tuvo muchos “sexenios dorados”. Desde que Carlos Salinas de Gortari, de la mano de Manuel Camacho Solís y Manlio Fabio Beltrones, la habilitaron como lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en abril de 1989; luego con Ernesto Zedillo donde logró gran ascendencia en la SEP de la mano de Esteban Moctezuma Barragán; para después convertirse en financiera y amiga personal de Vicente Fox y controlar posiciones del gabinete federal con Felipe Calderón como el ISSSTE y la Lotería Nacional, además de seguir palomeando a los titulares de la SEP. Pero cuando empezaba el que, ella pensó sería un período más de poder y control de la educación pública en el país, con Enrique Peña Nieto, lo que le llegó sorpresivamente fue el peor sexenio de su larga trayectoria sindical y política.
El 26 de febrero de 2013, ayer hizo seis años, Gordillo Morales fue detenida, consignada y acusada de los delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal, justo cuando aterrizaba en su avión en el aeropuerto de Toluca, procedente de su mansión en San Diego, California. Comenzó ahí el sexenio del horror para la poderosa dirigente magisterial que, a partir de ese momento, pasaría los siguientes cinco años de su vida en la cárcel, enferma, abandonada y traicionada por sus más cercanos, sufriendo la pérdida de una de sus hijas, mientras enfrentaba al aparato político y de justicia del gobierno peñista. Y desde la sombra de una habitación de hospital convertida en celda, rumiaba y preparaba su venganza no sólo judicial sino política para cuando abandonara la prisión.
Pero el último de estos seis años, la suerte cambió para la maestra. Apostar por Andrés Manuel López Obrador, convertido en ascendente candidato opositor y por su partido Morena en el Estado de México en 2017, le valió a Elba y a su grupo hallar una ruta de acceso a la política electoral, mientras el poder de su verdugo, Peña Nieto, comenzaba a eclipsarse. La luz apareció al final del túnel para Gordillo ese último año con el crecimiento de Morena en el Edomex, pero sobre todo para la campaña presidencial de 2018, cuando su alianza con López Obrador, convertido ya en el imparable favorito en las elecciones, era tan sólida como su defensa jurídica que había tirado, uno a uno, los delitos de los que la acusaba el gobierno peñista.
El 16 de diciembre del 2017 logró la prisión domiciliaria y dejó la cárcel para seguir su proceso en su departamento de Polanco, y 9 meses después, el 9 de agosto del 2018, cuando ya Andrés Manuel López Obrador había ganado la presidencia abrumadoramente, la maestra fue exonerada de los dos últimos cargos que le quedaban: delincuencia organizada y lavado de dinero. Ahí terminó para ella el “sexenio del horror” y empezó un nuevo sexenio.
Hoy, en el gobierno de la Cuarta Transformación, Elba Esther Gordillo Morales no sólo recuperó su libertad y la ambición política que le caracteriza. Su vida personal mejoró a tal grado, que se volvió a casar —con un abogado de 35 años que conoció durante su proceso judicial— y ahora se prepara, junto a su grupo político, para buscar de nuevo el control del SNTE en una elección abierta en la que no descarta volver a ser candidata a la dirigencia y donde busca derrotar y cobrar facturas de “traición” a Juan Díaz de la Torre, su pupilo y sucesor en el liderazgo magisterial durante el tiempo que estuvo en la cárcel. Además, arma un nuevo partido político, “Redes Sociales Progresistas”, con el que pretende subirse de lleno al barco morenista y aprovechar el viento a favor de la 4T. ¿Será este el nuevo sexenio dorado de Elba Esther?
NOTAS INDISCRETAS…
Algo había ayer en el ambiente de la República que afectaba las neuronas de los políticos, sobre todo de los que tienen tendencia boquifloja. Lo decimos porque primero, desde el norte, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco”, relinchó desde una Expo ganadera de su estado, donde dijo que “mientras el norte (del país) vence la adversidad, el sur-sureste tiene la bendición de la naturaleza pero la desgracia de la flojera”. La penosa generalización del gobernador —que se equipara así a los secesionistas más conspicuos de los últimos tiempos como Gabriel Quadri— supone que, según él, todos los mexicanos norteños son trabajadores y emprendedores, mientras todos los sureños son flojos. Si el falaz razonamiento del Bronco fuera cierto, entonces él sería un gobernador del sureste, porque dista mucho, como mandatario de encajar en su estereotipo norteño… Y el otro que de plano se desbarró, otra vez, fue el senador Félix Salgado Macedonio, presidente de la Comisión de Defensa. El legislador de Morena aprovechó una discusión en comisiones, sobre un proyecto de reformas a la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, para amenazar nuevamente a los ministros de la Suprema Corte de Justicia con que “si no se apegan a la ley (e insisten en pagarse sueldos por arriba de los 108 mil pesos) los vamos a destituir”. En su baladronada y alardeo, en donde recordó a “la chulada de presidente Zedillo” que destituyó a todos los ministros de la Corte y nombró nuevos, el senador Salgado invocó la facultad del Senado “para quitar o poner” y hasta calificó al Poder Judicial, uno de los tres poderes que, según la Constitución, forman el Estado mexicano como “un poder secundario”, ante los “poderes primarios” que según él son el Ejecutivo y el Legislativo. Sólo que en toda su sesuda y soberbia disertación, el polémico ex alcalde de Acapulco se olvidó que hay en proceso varias acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales contra su Ley de Remuneraciones, algunas de las cuales, por cierto, fueron interpuestas por los senadores de oposición que son tan “primarios” como se cree don Félix Salgado ¿o no querría decir más bien primates? ...Los dados repiten Serpiente. Bajamos.