La primera acción concreta con la que se inicia la llamada “Cuarta Transformación” de la vida pública de México es una medida popular y populista, en el sentido literal del término, porque “pretende atraer a las clases populares”. Disminuir y poner un tope salarial de 108 mil pesos a la burocracia —sobre todo a la de élite— y a los funcionarios públicos y representantes de los tres poderes de la Unión, es una medida que sin duda será aplaudida por las masas, porque representa una exigencia largamente ignorada de un pueblo que sobrevive con grandes esfuerzos en la pobreza o la medianía mientras mira con coraje e indignación a sus gobernantes en la opulencia.
Pero al mismo tiempo, la aprobación de la Ley de Reducción de Salarios de los Servidores Públicos en la Cámara de Diputados, es vista como una acción “de doble filo” por otro sector de la sociedad mexicana que, sin estar necesariamente en contra de la “austeridad” gubernamental, ve como un peligro disminuir los salarios a funcionarios públicos de áreas técnicas o especializadas que podrían encontrar poco atractivo seguir en cargos del gobierno que demandan conocimientos especializados al reducirse sus percepciones, lo que podría provocar, de golpe, que la administración pública sufriera una “fuga de cerebros y talentos” y perdiera a personas preparadas y experimentadas, cuya salida afecte la eficacia de varias áreas gubernamentales.
Aprobada de manera casi unánime por la mayoría aplastante de Morena, sus aliados y hasta por la mayor parte de los diputados de la oposición, esta ley marca la pauta de un cambio en la conducción gubernamental del país: el fin de la “burocracia dorada”; el inicio de la reversión de la vieja máxima del “pueblo pobre y gobierno rico” y del concepto arraigado por décadas en la vida pública mexicana de que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” o de que los cargos públicos, en cualquiera de los Poderes y órganos del Estado, son como ganarse un billete de lotería porque a cualquiera que obtuviera una buena posición en la administración pública le cambia la vida y encontraba una fuente de riqueza para él, su familia y hasta amigos y allegados.
De la austeridad republicana a la “pobreza franciscana”. El primer paso de la nueva austeridad lopezobradorista que unos celebran y a otros preocupa, no es sino el cumplimiento de lo que el gobierno electo prometió en campaña y lo que, en buena medida, explica el voto masivo de un México “encabronado”, harto e indignado con la frivolidad, los excesos, el dispendio y la ostentación de sus recientes gobernantes tanto del PRI como del PAN. Tampoco es la primera vez que el presidente electo lleva sus ideas y principios a la administración pública; lo hizo cuando gobernó la Ciudad de México, con la disminución también de salarios a todo el gobierno y políticas de austeridad, aunque muchas serían revertidas por gobernantes que le siguieron de su mismo partido.
De hecho, con todo y la preocupación que despierta en algunos sectores, que temen el comienzo de una polarización social —en buena parte por el resentimiento social que se asomó en los argumentos expresados por varios diputados de Morena en la votación a mano alzada en San Lázaro: “mi voto es contra la casta divina”, “mi voto es contra los privilegios de los ricos” o “voto por el fin de los privilegiados”— esta iniciativa, aprobada tras 7 años de haber estado “congelada” en el Senado, es apenas el comienzo de una serie de medidas que el nuevo gobierno va a implementar en el manejo de los recursos públicos, con nuevos criterios de redistribución social y de la riqueza, como los apoyos económicos en forma de subsidios directos a sectores desprotegidos como los jóvenes, las madres solteras y la duplicación de la pensión a los adultos mayores.
El mismo día que los diputados aprobaban la Ley de Reducción de Salarios, el presidente electo presentó su programa para apoyar a 110 mil jóvenes en el país con 2 mil 400 mensuales y lo hizo ante empresarios de las cámaras industriales, ante quienes dijo que ese tipo de programas se van a llevar a cabo cuesten lo que cuesten financieramente e incluso si el gobierno, para cumplir con su entrega, tiene que pasar “de la austeridad republicana a la pobreza franciscana”. Es decir, que esto apenas comienza.
El tope salarial afecta a los tres poderes, pero especialmente al Judicial, donde los sueldos de ministros, magistrados, consejeros y algunos jueces rebasa con mucho los 108 mil pesos; ministros y magistrados cobran hasta dos o tres veces esa cantidad, igual que ocurre con los integrantes de los órganos autónomos como el INE, el Inai, el Ifetel o la CNDH.
¿Se allanarán en todas esas instancias a la nueva disposición legal y obligatoria que además, si no se cumple, contempla penas a “sobre sueldos”, bonos, compensaciones y cualquier remuneración adicional a lo aprobado, de hasta 14 años de cárcel o multas de 3 mil días de salario mínimo? No se ve que tengan mucha opción a partir de que la ley se promulgue, como seguramente lo hará el presidente Peña Nieto; aunque también podrían darse los casos de amparos contra la nueva legislación. Veremos quién se avienta el boleto de ir contra los nuevos salarios reducidos con el altísimo costo político y social que eso podría significar.
Notas indiscretas… Vaya agarrón se dieron el miércoles en el Senado los legisladores Miguel Osorio Chong y Félix Salgado Macedonio por el caso Ayotzinapa. A la provocación del morenita Salgado, que en su calidad de guerrerense cuestionó no sólo la “verdad histórica” de la PGR peñista, sino que denunció una manipulación de las investigaciones y el ocultamiento de la verdad por parte del gobierno saliente. Hasta ahí el discurso era previsible, pero lo que desató la ira de Osorio Chong, que ni siquiera estaba presente en el pleno, pero al enterarse regresó de inmediato para pedir la palabra “por alusiones”, fue la acusación de Félix de la presunta autoría del Estado y del actual gobierno del asesinato y desaparición de los 43 normalistas. Indignado, el ex titular de Gobernación subió a tribuna para responderle a su colega morenista: “Nosotros nunca nos cerramos a ninguna investigación, estuvimos abiertos y fuimos nosotros los que pedimos el apoyo de comisiones como la Interamericana para venir a apoyar en las investigaciones (…) Se llegaron a muchas conclusiones, pero ninguna, senador, que pudiera señalar ni al presidente ni al Estado mexicano de esta acción. Fuimos los primeros que quisimos y queremos saber la verdad de lo ahí sucedido. Insatisfechos, sí, porque no se sabe donde quedaron los estudiantes, pero de ninguna manera usted puede señalar que hay participación de la autoridad federal y en lo particular de su servidor. Yo estoy abierto siempre para decir lo que supimos de una investigación que sigue abierta para su conocimiento senador”. Y Salgado, que asentía con la cabeza desde su escaño, calló… Pocos empresarios mexicanos pueden presumir un Doctorado Honoris causa en Desarrollo Empresarial otorgado por la ONU, como el que ayer le dieron en Viena al director el Grupo Gin, Raúl Beyruti, por su impulso al desarrollo de empresas y los beneficios que otorga a sus trabajadores. Beyruti es el “Rey del outsourcing” no sólo en México sino en varios países y maneja una nómina total de 160 mil empleados, entre la propia y la de varias empresas como Wallmart, Femsa, Inditex y Mapfre entre otras, y se caracteriza por sus apoyos y prestaciones a los trabajadores que emplea y administra. Al recibir el reconocimiento el empresario poblano dijo que esta listo “para apoyar las políticas de empleo a los jóvenes y a los trabajadores más precarios del gobierno de López Obrador”… Muchos mexicanos se van a Las Vegas a dar el grito de independencia, ya sea viendo un show de algún cantante o en este caso la pelea de box entre el Canelo Álvarez y Golovkin. Pero pocos lo hacen con el estilo y la cantidad de maletas con que vieron al ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán. Moviéndose en dos carritos eléctricos, él y su esposa Cristhian Martell iban por el lobby del hotel Win con 15 maletas y algunos de sus nietos. Total, si viaja en la aerolínea de su hijo, no paga sobreequipaje… Paran los dados. Escalera doble para esta gran Patria en su cumpleaños. Y que Viva México!