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Sí la política mexicana fuera vista desde la óptica de Hollywood, el regreso ayer a la escena pública de Elba Esther Gordillo se titularía sin duda: "Elba: perseguida inocente" o "Venganza Maestra".
Porque en el discurso con el que regresa, renovada y mejorada hasta en su aspecto físico la lideresa histórica del magisterio, se pueden adivinar perfectamente cuáles serán las tres rutas que tomará el animal político femenino que defenestró y encarceló el presidente Peña Nieto y que hoy está en libertad.
El primer objetivo de Gordillo Morales es lavar públicamente su imagen para reposicionarse políticamente y para ello no se cansará de proclamar la declaración de inocencia que le dieron los jueces y su condición de "perseguida política" a partir de que la inepta PGR no pudo probarle ninguna de las graves acusaciones que le hizo.
El segundo objetivo de la maestra es volver a tener el control del SNTE , a sabiendas de que ya avanzó ese camino durante la pasada campaña presidencial cuando logró convencer a varias secciones sindicales de la apuesta estratégica por Andrés Manuel López Obrador, con lo que ahondó la división y fragmentación del poderoso sindicato que Juan Díaz de la Torre no pudo evitar al asociarse a un partido en declive como el PRI y su candidato Meade.
Y la tercera acción por la que vuelve Elba Esther es sin duda el cobro de fracturas políticas, primero contra los "traidores" de su círculo que la abandonaron en la cárcel y la desconocieron en la desgracia --desde Juan Díaz hasta Luis Castro-- y después contra los peñistas que ubica como artífices de las acusaciones en su contra: Aurelio Nuño y Luis Videgaray.
Esas son las tres rutas inmediatas que andará la renovada maestra que, en su regreso, vuelve a autodefinirse como "guerrera". Es el mismo adjetivo que utilizó en aquel discurso en el Estado de México el 6 de febrero de 2013, apenas 21 días antes de que la detuvieran policías ministeriales de la PGR a bordo de su avión en el aeropuerto de Toluca: "Ni amenazas ni nada me van a intimidar. Para morir nací y quiero morir con un epitafio: 'aquí yace una guerrera, como guerrera murió'.
Y la guerrera Gordillo murió por cinco años pero ayer resucitó. Y viene armada con todo para cobrar venganza de los que casi la mataron, pero la dejaron vivir.