¿Es inevitable que Ricardo Anaya sea el candidato presidencial del Frente? ¿Y de ser así habría una fractura en el mismo? pregunto.
“Sería muy grave que Anaya se imponga, que se autodesigne; porque podrá ser candidato, pero seguro que no será presidente… Esa historia ya nos la sabemos… Sería darle un madrazo al Frente… Por eso tenemos que abrir el proceso”. La respuesta es de Rafael Moreno Valle, uno de los cuatro suspirantes que quieren ser candidatos a la Presidencia por el casi recién nacido Frente Ciudadano por México, que conforman PAN, PRD y MC. Los otros son el propio Anaya del PAN, Silvano Aureloles del PRD y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien se mantiene sin registro partidista, pero ha manifestado claramente que buscará esa candidatura, una vez que oficialice su renuncia en los próximos días, luego de posponerla a causa del terremoto para no dejar un tiradero en el más cruel de los sentidos.
Solo que Mancera está cada vez más cerca de Moreno Valle: “En la elección del candidato presidencial del Frente no se puede permitir un dedazo; el método es algo que se tiene que resolver en breve y estamos muy interesados en que se diseñe de manera democrática… porque el Frente es la única vía para un cambio real de régimen”, acaba de declarar a EL UNIVERSAL.
Y efectivamente, el tiempo apremia; el propio Moreno Valle me anticipa que la próxima semana ocurrirá “algo muy gordo en el Frente”. Y me lleva a especular que se refiere a un pronunciamiento conjunto con Mancera y tal vez también Aureoles para exigir que el método para definir candidato sea por elección abierta a la ciudadanía, a fin de darle sentido a su denominación misma como Frente Ciudadano.
Opción a la que se ha opuesto obsesivamente Ricardo Anaya, quien empuja una elección cerrada en la que espera mayoritear a su favor, usando los votos del PAN —bajo su control— que es el partido con mayor peso político al interior del Frente. En cualquier caso, será una granada de fragmentación en sus posibles escenarios:
—Si un cada vez más debilitado Anaya insiste en aferrarse a la candidatura, madreará —Moreno Valle dixit— al Frente y pasará de Joven Maravilla a Muñeco Maléfico.
—Si se impone la Triada de elección abierta, Anaya tiene todavía una oportunidad; pero en una de esas los otros tres podrían sumar fuerzas para que uno de ellos sea el candidato, a riesgo de que Anaya intente sacar al PAN del mismísimo Frente.
Otros efectos colaterales son el rompimiento del pacto inicial que llevaría indefectiblemente a Anaya a la candidatura presidencial y a Alejandra Barrales —todavía dirigente formal del perredismo— a ser candidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX. Ayer apenas se reprodujo el Frente a escala capitalina, pero dependiendo de la sobrevivencia en su dimensión nacional.
En cualquier escenario el reloj es implacable: mientras que López Obrador lleva doce años de campaña y será el segurísimo candidato de Morena, y en el PRI el dedo ya está a punto, en el Frente todavía no deciden cómo. Se les olvida que, al igual que los productos de dulce, de chile y de manteca, tienen fecha de caducidad.
Periodista.
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