Ricardo Raphael

Se los tragó la tierra, no la Marina

16/08/2018 |01:04
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

Los padres de Jorge Domínguez Hernández buscan a su hijo desde la noche del miércoles 4 de abril cuando, según los vecinos, elementos de la Marina se lo llevaron. Los vehículos oficiales utilizados en ese operativo tenían rótulos y placas que confirmarían la participación de la Armada de México en el operativo.

Sin embargo, los voceros de la Secretaría de Marina afirman que el número de la placa (511 445) obtenida por los testigos no corresponde a ningún transporte registrado por la dependencia.

Insisten también en que, como en otros casos reportados, los sujetos que han participado en la ola de levantones que padece la población de Nuevo Laredo podrían ser impostores portando uniformes clonados.

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

Desde febrero del año pasado la Marina denunció el uso de vestimenta falsa y vehículos de imitación por parte de criminales que operaban en Reynosa. De acuerdo con esta autoridad, el propósito de esta suplantación sería “desprestigiar las acciones de apoyo a la seguridad pública que realiza el personal naval” en la frontera norte de Tamaulipas.

A través de un comunicado de prensa fechado a principios de febrero de 2017, voceros de la dependencia afirmaron que los falsificadores “tienen la intención de realizar actos ilícitos en contra de la población o autoridades, atribuyéndoseles citados hechos delincuenciales a esta institución”.

Un año después de aquellas declaraciones, la Marina retomó el argumento para defenderse de los señalamientos realizados por Naciones Unidas a propósito de una serie larga de expedientes relacionados con desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales.

La verdad detrás de esta réplica es de la mayor importancia: si bien es gravísimo que haya impostores tratando de imputar hechos delictivos a los elementos de la Armada de México, mucho peor sería que la dependencia mintiera.

La confianza depositada por la población sobre la Armada de México podría sufrir un daño difícil de restituir si, con estas explicaciones, terminara encubriéndose a los responsables de violar la Constitución.

De los 33 casos reportados como parte de esta ola de levantones en Nuevo Laredo hay dos que cuentan con evidencia visual sobre la participación de sujetos vestidos con presuntos uniformes de la Marina.

El primero es el de José Daniel Trejo García. Según refiere su esposa, Jésica Rodríguez Molina, la noche del martes 27 de marzo de este año un grupo de seis elementos de la Marina ingresaron por la fuerza a su domicilio. Se llevaron a José Daniel, junto con Gilberto Gaspar Vázquez, una persona indígena oaxaqueña que estaba en Nuevo Laredo mientras intentaba cruzar la frontera.

A diferencia de muchos otros testimonios, el de la señora Rodríguez cuenta con el respaldo de un video registrado, desde la calle, por una cámara colocada en una casa vecina. En él se observan, en efecto, al menos seis efectivos vestidos con uniforme militar. Todos llevan casco, coipa, cartucheras y armas largas. Tal vestimenta es a tal punto similar a la que ostentan los marinos responsables de la seguridad en Nuevo Laredo, que se entiende por qué la esposa del señor Trejo García podría haberse confundido.

El otro caso de testimonios apoyados por imágenes es el de José Luis Bautista Carrillo, un hombre de 33 años que fue presuntamente detenido el miércoles 16 de mayo por elementos de la Marina en el Yonke Pepes.

Según sus familiares, el sujeto fue sustraído durante un operativo en el que participó un grupo grande de marinos. Los familiares del desaparecido consiguieron realizar un video en el que se muestra a esos efectivos, vestidos exactamente con el mismo uniforme y equipamiento exhibidos por la señora Jesica Rodríguez para el primer caso.

El elemento retratado porta ropa de camuflaje color arena y verde, lleva coipa, casco y arma larga; tiene, además, sobre la cabeza, una cámara rectangular con la que podría estar grabando a sus interlocutores.

Nuevamente en este caso la vestimenta es a tal punto parecida a la que exhiben los marinos de la zona, que cuesta trabajo suponer la fabricación.

¿Son o no uniformes de la Marina los que aparecen en los videos presentados por los familiares de estas tres personas desaparecidas (José Daniel Trejo García, Gilberto Gaspar Vázquez y José Luis Bautista Carrillo)?

La pregunta es medular porque en los demás casos no hay imágenes sino testimonios oculares que aseguran haber presenciado la participación de elementos de la Armada de México vestidos tal cual aparecen en esos dos videos.

ZOOM: La credibilidad de la Marina está siendo cuestionada por un asunto que puede resolverse de manera sencilla, siempre y cuando en los casos arriba mencionados pueda probarse que fueron criminales disfrazados quienes perpetraron los levantones. De lo contrario, no habrá sido la tierra quien se tragó a las víctimas.