El presidente López Obrador encomendó a cuatro colaboradores muy cercanos la elaboración de un documento al que ha titulado la “ Constitución Moral ” la cual pretende ser un referente que estimule el rescate de valores sociales y culturales para mejorar la convivencia entre los mexicanos.
Es cierto que todo lo que pueda aportar esta constitución moral ya forma parte del espíritu de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, cuya aplicación es de carácter obligatorio.
También es cierto, y lo dicen los críticos de esta iniciativa presidencial, que una constitución por fuerza debe elevar a rango de ley su contenido y por tanto, debe regir nuestra conducta.
Sin embargo, los temas morales por ser del ámbito privado, no pueden imponerse .
Es evidente que este documento no deja de ser una iniciativa inspirada más por buena voluntad , que un instrumento de gobierno que resuelva problemas sociales por decreto.
Esta idea seguramente está inspirada en un documento titulado “ cartilla Moral ”, realizado en 1944 por Alfonso Reyes , un importante literato y ensayista regiomontano, quien la redactó a solicitud del entonces secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet , para uso educativo.
No obstante los argumentos anteriores, es evidente que no podremos aspirar a tener un país en paz y seguro mientras no logremos reconciliarnos y asumir un compromiso de respetar los derechos del prójimo.
El incremento de la violencia y la delincuencia se derivan de una evidente pérdida de valores morales y sociales, pues la familia y la escuela han sido impactadas por las nuevas tendencias en el estilo de vida, seguramente bajo el influjo de esta nueva cultura global que nos desarraiga de nuestras raíces y moldea nuestros valores, ideas, creencias, hábitos y hasta conducta.
Hasta hace pocos años, en la familia tradicional se formaban los valores morales y en la escuela los valores sociales.
Sin embargo, hoy que se ha debilitado el concepto tradicional de familia y el rol de la escuela como formador de buenos ciudadanos ha perdido la importancia que antes tuvo, es necesario recurrir a propuestas como la que ahora plantea el presidente electo Andrés Manuel López Obrador para rescatar nuestras raíces mexicanas y lo bueno que ellas tenían, así como los valores morales.
Los grandes cambios sociales parten de propuestas que responden a un entorno específico, donde fructifican.
Necesitamos generar un movimiento social para mejorar el contexto actual, caracterizado por la violencia, agresividad y corrupción y hay que dar el primer paso. Quizá el título “Constitución Moral” es muy ambicioso y puede parecernos que no se puede equiparar a nuestra Constitución Política. Sn embargo, sin desechar, la idea cambiémosle la denominación y otorguémosle un título más casual, además de tratar de que se ajuste el contenido a los tiempos actuales.
Será importante participar en este proyecto para lograr cambiar las circunstancias que hoy vive el país. Si no participamos, no habrá forma de cambiar nuestra realidad .
¿Usted cómo lo ve?
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