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#LaVozDeLosExpertos
De mi boca salía un “gracias” en voz alta dirigido, con sentimiento y entonación, hacia el asistente de Google cuando recordé que algún día me había prometido no darle gracias a un asistente virtual.
Jarvis –el de la película, no el de Mark– es único y divertido. El usuario se siente elevado y extravagante y, en su ficción, probablemente lo sea. Se dice que el proveedor de Internet perfecto es aquel que no tiene problemas. Lo mismo pasa con la Inteligencia Artificial funcionando a su mejor capacidad. En ese sentido, es interesante la manera en la que el ecosistema se está organizando: búsqueda, música y algunos detalles divertidos que hacen valioso al asistente virtual.
Algunos expertos aseguran que, para el próximo año, las búsquedas utilizando la voz van a representar más del 50% del total. Si hay un número que dice más que el de búsquedas es este que alguna vez dijo la productora Emma-Victoria Houlton: “más del 70% de los usuarios de ‘bocinas inteligentes’ escuchan más contenido sonoro del que consumían antes de comprar una, y esto cambia todo.”
Venimos de dos décadas en las que interactuamos con Internet (y las grandes granjas de servidores que con supercomputadoras soportan el servicio) a través de una pantalla y un teclado. Esa interacción pasó del uso de teclados físicos a digitales. Y, ahora, conversamos regularmente con inteligencias artificiales pero nunca se ha hablado sobre las normas de etiqueta con las que hablamos con nuestros asistentes virtuales.
Hace unos días, estaba con algunos amigos. Todos estaban hablando de Alexa (creo que su equipo de marketing ha hecho muy bien las cosas porque todos hablaban de este asistente). Y ahí fui yo de “metido” preguntando: ¿en qué es mejor o peor que el asistente de Google o que Siri? Mi pregunta generó varias miradas de: “ahí vas a preguntar lo que no me pregunté”... Honestamente yo tampoco me lo había preguntado internamente. Si ya se habían hecho la pregunta, díganme por Twitter. Los escucho, aunque haya mucho #ruidoblanco.
He dividido a los asistentes virtuales en capacidad de ubicuidad y utilidad. Si hablamos de utilidad, creo que Siri es el/la asistente que ha pagado una mayor factura. Aunque ahora ya venga dentro de la hermosa bocina de Apple, hay funciones en las que los demás asistentes han avanzado más. Especialmente si pensamos en la nube que hay detrás de cada servicio. Pero también ahí está la oportunidad para las sorpresas que nos guardan para antes de 2020.
Por ahora, tenemos bocinas conectadas chicas, medianas y algunas grandes que están llegando a través de reconocidas empresas enamoradas del sonido como Harman Kardon. La realidad es que tienes a Alexa que, con su gran campaña de marketing, se ha logrado posicionar en la mente de un grupo interesante de personas pero cuya cercanía con el usuario depende de si estas utilizando el app de Amazon en tu celular o si ya estás dentro de tu casa. Considero que el asistente con mayor alcance es el de Google porque se encuentra disponible en los dispositivos móviles más vendidos y, con opciones como el Google Home mini, todo se vuelve más sencillo. Además, con los paquetes del asistente más un Chromecast, todo es tan sencillo como decir “OK Google: pon Club de Cuervos en la TV”.