#LaVozDeLosExpertos
Es impresionante el vínculo que se genera cuando algo hace justo lo que esperas y más. Eso es lo que solía pasar con las Mac a finales de los noventa y principios del segundo milenio.
Mi primera MacBook Pro se conectaba sin problemas a internet incluso, por Bluetooth, editaba video con Final Cut Pro, tenía entradas USB y FireWire y contaba con una batería muy decente. La Mac Pro de escritorio, la de aluminio, tenía un hermoso diseño, pero sobre todo, era una “gran bestia” para trabajar. Todo giraba alrededor de “Pro”, tenía sentido y los profesionales lo entendían así.
Hoy el mercado ha cambiado. Un creador de videos, un cineasta, un artista visual, un YouTuber y un Instagramer son profesionales muy diferentes. Sus puestos se diferencian en una serie de tópicos, entre ellos la inversión necesaria para generar sus contenidos: puedes editar un video desde el celular o generar un contenido con calidad de distribución global.
Esta semana, creadores de contenido de diversos formatos estuvieron presentes en el WWDC (evento anual para desarrolladores de Apple). Ese grupo de personas que viven de la generación de contenido visual profesional estaba ahí, pero pasó desapercibido como #ruidoblanco por algunos.
Tras los anuncios de Tim Cook y su equipo, como la llegada del modo oscuro a iOS 13 o la separación de iTunes bajo el ecosistema macOS, llegaron las sorpresas para el grupo olvidado por Apple hace años: la Mac Pro y el nuevo Pro Display XDR (además del stand que se vende separado).
Apple necesitaba urgentemente resolver su línea profesional (Pro) y, sin duda, escuchó la retroalimentación sobre su anterior equipo con problemas térmicos y de actualización, no expandible e incompatible con tarjetas de video NVIDIA. Su diseño no atendía las necesidades de los profesionales de segmentos que generan, procesan, transfieren y modifican cantidades ridículas de datos, muchas veces en tiempo real.
La Mac Pro 2019 busca resolver la mayoría de los problemas con el diseño anterior. Antes de ayer, la memoria RAM máxima en una Mac era de 256 GB, disponible en el iMac Pro. La nueva Mac Pro puede equiparse con hasta 1.5 TB (sí, con T de terabyte). No tiene comparación con el antiguo modelo de Mac Pro (también conocido como “el bote de basura”) que tenía un máximo de 64 GB de RAM. La iMac Pro actual tiene un procesador de 18 núcleos con una pantalla 5K. La nueva Mac Pro se puede configurar con un procesador de 28 núcleos.
Para mostrar la potencia de la Mac Pro, en el evento colocaron islas de edición de audio y video, incluso un brazo robotizado grabando tomas en 8K.
Con esta presentación Apple dejó claro que está de regreso en búsqueda del corazón de los profesionales de contenidos audiovisuales. Los que pueden invertir más de 11 mil dólares en la configuración del equipo en el que estarán sentados por meses para crear contenido de calidad. Los que crean nuevos universos de ficción o cuentan historias documentales con esmero. Los que tienen la fortuna de dedicarse a esa industria.