Más Información
Senado guarda un minuto de silencio por la muerte de Silvia Pinal; políticos se suman a las condolencias
Imjuve y agencias de la ONU se reúnen en favor de las juventudes; tratan reclutamiento de jóvenes del crimen organizado
Por contrabando van por extinción de dominio de plaza de Izazaga; IMPI destruirá 90 mil piezas de productos pirata
#LaVozDeLosExpertos
Hace aproximadamente 20 años, la Comisión Europea impuso una multa a Microsoft por prácticas monopólicas de su sistema operativo Windows. Ahora, la Comunidad Europea multa a Google por prácticas monopólicas por su sistema operativo Android. Sin embargo, existe una clara diferencia entre las dos situaciones, ya que Microsoft nunca regaló Windows a los fabricantes de computadoras, mientras Google sí lo hace con su sistema operativo Android a los fabricantes de dispositivos móviles.
Más allá de que la Unión Europea haya impuesto una multa de 4.3 mil millones de euros, lo que realmente impactará a la compañía será la manera en la que lleva a cabo sus negocios, especialmente en Europa.
Empresas del tamaño de Google estandarizan sus contratos para que se puedan llevar a cabo las transacciones lo más rápido posible alrededor de todo el mundo. Cuando llegan este tipo de demandas, esas prácticas internas se van apagando porque crecen áreas de cumplimiento de leyes (compliance) y análisis de riesgos. Eso fue precisamente lo que le pasó a Microsoft desde que inició la demanda en la Comisión Europea, y sigue arrastrando mucho después del veredicto del 2004.
El equipo legal de Google en Europa ha decidido apelar dicha decisión, pero lo que buscan los reguladores es controlar la manera en la que se financian los esqueletos que hacen funcionar los equipos que utilizamos. Cuando la Comisión Europea dictaminó que Microsoft tenía monopolio en Windows, no era solo porque las empresas que fabrican computadoras obtenían un mejor precio por el sistema operativo si es que compraban las licencias al mayoreo, sino que obligaban a que trajeran programas preinstalados como el navegador web. Algo similar está pasando con Android, al decir que obligan a los fabricantes o carriers, a poner las aplicaciones de Google en la pantalla principal, solo que esta vez es: a cambio de no cobrarles por el sistema operativo.
La gran diferencia, como ya se dieron cuenta, es que en el caso de Google no hay intercambio económico entre fabricante, operador móvil y la empresa. Es más, Google les regala algo que les genera ganancias directas a estos dos. Incluso, hay casos, como sucede en México, en el que el carrier puede cobrar por aplicaciones, música, videos y más, comprados desde la tienda Play directo en el recibo de la mensualidad y estoy casi seguro de que se llevan una tajada de ahí. Pero también recordemos que hay tiendas de terceros, menos seguras que utilizar Google Play, pero estas existen así como la opción de instalar apps que no estén en Play (bajo tu propio riesgo). Eso, hasta donde tengo entendido, no lo permite hacer Apple, quien no ha sido multado en Europa por sus prácticas comerciales (sí, por su supuesta ‘evasión’ de impuestos).
Siempre nace cierto #ruidoblanco alrededor de que una enorme compañía haya sido multada por un ente internacional y se pierde la esencia de lo que puede que estén buscando ambas partes: piso parejo para la innovación.
El problema es que con este tipo de decisiones no hay más espacio para aumentar la competencia, sino más espacio para que proliferen los asesores de riesgo.
Esto me lleva a poner en una balanza entre lo que me ofrece un sistema operativo pensado en la nube, con uno que es menos “cloud friendly” y no me refiero a ‘su nube’, me refiero a Internet en general.
Google hace dinero a través de la publicidad que coloca en resultados de búsqueda, banners en sitios que son obligados a mantener ciertos estándares de seguridad por la gente que inventó Chrome y soluciones empresariales de correo y trabajo colaborativo en la nube. Mientras que Apple tiene tu tarjeta de crédito asociada a tu cuenta en tu celular y no permite a nadie desarrollar con tranquilidad fuera de su tienda. Siri no entiende cuando le digo “Abrir Google documents”, mientras que el asistente de Google me permite terminar esta columna dictando en mi teléfono Android.