Ricardo Blanco

Gran muralla, ¿China?

Gran muralla, ¿China?
11/01/2019 |12:57
Redacción El Universal
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#LaVozdeLosExpertos

Cinco años atrás, Xiaomi era la empresa a la que se había ido Hugo Barra al salir de Google. Hace cuatro años compré un Huawei Mate 8 en una tienda de los Estados Unidos, atraído por la capacidad de almacenamiento de su batería y una pantalla útil para trabajar...

“You can't stop demographics. And show me a fence that ever worked. It didn't work at Hadrian's Wall. The Great Wall of China didn't work. The Berlin Wall.” —James Turrell

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Ahora estas empresas tienen tiendas en México y el mercado se interesa en lo que su capacidad económica (y un poco el crédito) puede darles. Asimismo, cada año el Consumer Electronic Show (CES) muestra los dispositivos tecnológicos de vanguardia o nuevos.

Hay un despliegue de objetos que va desde drones, chalecos salvavidas, linternas y navajas hasta accesorios, audífonos, televisores, lavadoras y, obviamente, muchos smartphones.

Cada año en esta feria tecnológica hay temas relevantes como lo fue la realidad aumentada, la realidad virtual o lo delgado de las pantallas para ver futbol de alta definición (sin importar si la calidad de transmisión del país es de alta, media o baja definición).

El evento se realiza en Estados Unidos y hay pláticas y conferencias grandes, medianas y chicas para consumidores entusiastas, prensa especializada y distribuidores.

Uno ve de todo: activaciones de marketing ingeniosas y fallidas, robots con publicidad y publicidad sobre robots. Pero la tendencia del crecimiento de presencia de compañías chinas este año no se vio tanto.

Sin duda, la tensión entre dos de las principales economías del mundo ha empezado a mostrar su impacto. Han existido también situaciones laterales a la tensión impositiva o de apertura de mercados como ejecutivos de empresas arrestados con órdenes de extradición, como le pasó a un financiero. Pero eso no detiene el evento. Obviamente algunos aprovecharán la oportunidad y las grandes marcas globales utilizarán el espacio que dejaron unas más pequeñas que no atendieron, para utilizar más área para exhibición.

Este 2019, el CES ( no confundir con “Chinese Electronics Show”) tuvo 20% menos presencia de empresas de la gran nación asiática: 1211 contra 1551 en 2018. Aunque bien han habido raspones como lo del financiero, o las sanciones a ZTE por venta de equipos a países bloqueados por Estados Unidos, el tema se encuentra más sobre lo que compra el mercado en China que el americano. Recordemos que estamos hablando de una diferencia de población de más de mil millones de personas y si bien la paridad de consumo todavía es desigual, hoy ya se siente en más de un sector económico.

Muchos analistas en China critican a la empresa liderada por Tim Cook (quien ha recibido esta semana un jugoso ajuste a su compensación laboral) de no innovar a la velocidad de sus rivales en el país asiático. También se va difuminando el estigma que llevaban como letra escarlata los productos de esa nación, en especial internamente; digamos que están dejando su malinchismo —o como se diga en mandarín— a un lado. La fuerza que tomen estas empresas definirá mucho, en el futuro cercano, su visión de la nube —y el denso tema de la privacidad y la seguridad—, e incluso, corroborará o no los rumores de si dejarán de utilizar Android para introducir sus propios sistemas operativos para dispositivos móviles y otros objetos.

Al ver a Apple y a Samsung empezar sus conversaciones en conjunto en este se CES aclara en cierta medida una preparación de ofensiva a lo que viene por parte de estas nuevas empresas de tecnología.

Ya no se trata de #ruidoblanco respecto a si las empresas chinas están comiendo del pastel que disfrutaban estas dos y otras pocas más. Veremos murallas comerciales tratar de detener los puentes de la interconexión móvil. Viene mucha acción, para el bien de algunos consumidores, pero lo que no hay que perder de vista es lo que se ganará y lo que se perderá de lo que se define en esta competencia que va más allá de naciones, que satisface demográficos, que conecta personas, familias y negocios.