#LaVozDeLosExpertos

Llegas al cine tras batallar con las aplicaciones de las salas de exhibición. Es increíble que tras casi una década de desarrollo, no haya una herramienta para comprar boletos que funcione bien. Busco una

“People, they need to believe. And nowadays, they'll believe anything” –Quentin Beck (Spider-Man: Far From Home)

sala tipo X, con asientos buenos (no al frente, no a los lados) disponibles para X adultos; me desplazo en transporte X, por lo que puedo estar X minutos antes o justo a tiempo en la sala.

La realidad es que uno tiene que aguantar el ángulo creativo de la apps, los compromisos con los anunciantes y los pasos que te hacen perder tiempo.

Una idea sencilla sería decir: “muéstrame los asientos disponibles en las tres salas cercanas para ‘Spider-Man: Lejos de casa’”. ¡No!, tienes que ir (dentro de la app) a cada sala y poner cuántos asientos necesitas hasta encontrar unos que vayan con tus preferencias.

La verdad es que, aunque algunos proveedores se han puesto más creativos que otros, ¡felicidades, Cinépolis! (aunque tengo que decir que pedir comida es menos relevante que la experiencia de conseguir asiento y que les quedó bonito el rediseño de su logo). La que sí no tiene esperanza es la de Cinemex, pero no importa porque Grupo México (empresa minera a la que pertenece Cinemex) tiene otros problemas que atender y no busca hacer las paces con los usuarios de su apps para ir al cine a entretenerse y no leer noticias (aunque no estaría mal algún documental de vez en cuando)...

Regresando a “Spider-Man: Lejos de casa”: ¡cuánta emoción! Un joven que no cree en las armas, el vecino que nos hace sentir seguros y que puede sacar una que otra risa con un chiste malo. El chiquilín enamoradizo que logra dar un paso más con la chica que le gusta.

Aunque el misterio es fácil de resolver (durante un viaje de grupo al terminar la secundaria, los jóvenes salen de casa, se aventuran a Europa y se encuentran con Mysterio). En el fondo, el planteamiento que realiza la película sobre la realidad y la fantasía es un tema que será recurrente conforme vamos mejorando las experiencias de realidad aumentada, de dispositivos audiovisuales, y vamos perdiendo nuestro sentido común.

Entre drones con proyectores y armas, junto con algunos gadgets extras, un equipo de exempleados de Tony Stark logra hacer creer a Nick Fury que existen monstruos relacionados con los cuatro elementos de la Tierra; y, obvio, alguien se avienta una cosa de mundos paralelos, y listo: película de acción en marcha. Aunque llega a nosotros Mysterio, la parte más angustiante se genera al llevar al joven arácnido a una realidad artificial en la que no tiene control sobre los espacios que observa.

Tras haber perdido su sentido arácnido, el cual busca recuperar con frenesí, Peter necesita encontrar una pieza que ligue la fantasía con la realidad. Mientras, el malo de la película utiliza el #ruidoblanco que generó en la cabeza de Peter la ansiedad de perder a sus amigos.

Una de las grandes enseñanzas (sobre todo a los geeks) que nos deja la película es que no importa cuánto poder de procesamiento tengas, si tu ego es más grande, pensarás en el resultado más que en las capacidades. También nos deja claro que, aunque tengas una identidad secreta que cuidar, con los grandes avances tecnológicos y Nick Fury de tu lado, puedes invitarla a salir.

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