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De cara a la renovación de la dirigencia nacional del PRI , ya están claramente definidos los dos grupos que la disputarán: el que desde la militancia pretende oxigenar al partido y el que hace todo lo que está a su alcance para secuestrar el proceso a fin de mantener el control cupular que lo ha traído hasta la desfalleciente situación en que hoy se encuentra.
El primer grupo, llamémoslo el Eje de la Militancia , lleva como fórmula para la presidencia y la secretaría general, al gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas y a la exdiputada federal hidalguense, Carolina Viggiano Austria, esposa del exgobernador de Coahuila y actual diputado federal Rubén Moreira, respectivamente.
El segundo grupo, llamémosle el Eje Salinas-Peña Nieto, lleva como fórmula al exrector de la UNAM , José Narro y a la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega. Ésta última ya habría declinado a sus aspiraciones a la presidencia partidista y aceptado ser la aspirante a la secretaría general , de la mano del también exsecretario de Salud.
El Eje de la Militancia, con Moreno Cárdenas al frente, busca una elección abierta a la militancia, donde dice estar seguro arrasaría. Trae el apoyo de la mayoría de la diputación tricolor , de los otros doce gobernadores de su partido y de los 19 comités estatales donde son oposición.
El Eje Salinas-Peña Nieto , con Narro al frente, como aquí se lo adelantamos desde el pasado 13 de febrero (“ El PRI, la nomenclatura y el diablo ”, https://bit.ly/2H1a7m7 ), sabe que poco puede hacer si se abre la elección a la militancia y busca llevarla, en el peor de los casos a una elección de delegados en Asamblea o, en el mejor, a la decisión del Consejo Político Nacional. Trae el apoyo de quienes dan nombre al eje, por supuesto, y de conspicuos personajes del priismo como Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, Enrique de la Madrid, Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu.
En el Consejo Político Nacional priista del pasado 27 de febrero, la presidenta del tricolor, Claudia Ruiz Massieu obtuvo la aprobación para solicitar al INE la organización de su proceso interno. Ahí mismo hizo saber que el proceso será mediante elección libre, democrática y directa de la militancia.
Pero del dicho al hecho hay mucho trecho y eso lo sabe el Eje Salinas-Peña Nieto. El INE ya acusó recibo y está por precisar dos requisitos al PRI: la entrega de un padrón de militantes consolidado (que como tal no existe y por cuya falta ya ha sido multado por la autoridad electoral); y el pago del costo en momentos de muy poco presupuesto (la más reciente elección interna organizada por el INE fue la del PRD y costó 110 millones de pesos). Con esos argumentos opera para evitar la elección directa. Y suma uno más: Que “Alito” (como le llaman a Moreno Cárdenas) ya pactó con AMLO y que eso dividirá al partido, lo que el gobernador de Campeche niega rotundamente.
Pero más allá de todas estas consideraciones, siempre es bueno recurrir a la historia y a los datos duros: La última vez que las bases priistas eligieron presidente mediante voto directo, fue en 2007. El cargo recayó en la exgobernadora de Tlaxcala, Beatriz Paredes Rangel , quien en las elecciones federales intermedias de 2009 entregó estos resultados: 241 de 500 diputados, 21 gobernaturas y 62% de las alcaldías. Los siguientes 10 líderes del PRI fueron elegidos por el CPN (Moreira, Cristina Díaz, Pedro Joaquín Codwell, César Camacho, Beltrones, Carolina Monroy, Enrique Ochoa, René Juárez y Claudia Ruiz Massieu), y este año los números son estos: 47 de 500 diputados, 12 de 32 gobernadores, 4 de 32 congresos locales y 34% de las alcaldías.
De manera que no escuchar a la base y, por lo tanto, no oxigenar al partido, bien podría significar la muerte.
Instantáneas:
1. Amenaza de huelga.
En medio de la lucha sindical por tomar el control del movimiento obrero, resurgen la CROC, la CROM y la CTM, tratando de hacer valer los contratos colectivos que aún tienen. En el caso de Walmart, solo 3% de sus 200 mil trabajadores forman parte de contratos colectivos ligados a la CROC que, a pesar de eso, amenaza con huelga.
2. Lío en Morelos.
Menudo lío trae el gobierno del Cuau Blanco en Morelos. Resulta que su secretario de Obras, Fidel Giménez Valdés, es investigado por fraude procesal, pues se le acusa de falsificar un pagaré por 34 millones de pesos que pretende cobrar a su suegro José María Guadalupe Tostado y en ello utiliza su poder. ¿Tiene esto cabida en los gobiernos de la 4T? Ya le contaré la historia en próxima entrega.
3. DEFINICIONES.
A la aspirante a ministra de la Corte, Yasmín Esquivel se le atribuyó, durante su comparecencia del lunes ante comisiones del Senado, estar contra el aborto y la adopción de parejas homoparentales. Si se revisan sus señalamientos hay matices no menores. Ella dijo estar a favor de la vida, pero advirtió que no es un tema personal ni ético, sino uno en el que hay que ajustarse a lo establecido por las legislaciones locales. Respecto a la adopción homoparental, consideró que hay que consultar con las autoridades competentes si es conveniente o no para el menor. En ello se ajustó a una jurisprudencia de la Corte que dice que el interés superior del menor se basa en la “ idoneidad de los adoptantes ”, dentro de la cual son irrelevantes su orientación sexual, estado civil y el tipo de familia a la que el niño será integrado.
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