Antes de la llegada de Sean McVay, en 2017, los Rams perdieron 131 partidos en 12 temporadas —60 victorias y un empate—. La franquicia, desde su última aparición en Playoffs en enero de 2005, tuvo siete head coaches.
En su segundo año tras regresar a Los Ángeles, los Rams apostaron por Sean McVay , quien cambió por completo a un equipo acostumbrado a perder y que ahora apunta a convertirse en una dinastía.
Sin embargo, los californianos tienen riesgo de unirse a los Falcons, Panthers, 49ers y Bears, que prometieron bastante para dominar la Conferencia Nacional y, posteriormente a toda la NFL en el nuevo milenio, pero fracasaron en el partido más importante de la temporada.
McVay
cambió por completo la cultura de los Rams, un equipo de mucha historia en la Liga y acostumbrado a tomar un papel secundario.
El entrenador prepara su propio legado, acomoda su etiqueta en Los Ángeles, con un sistema que le permita construir un equipo dominante en los próximos años, basado en la agencia libre y contratos millonarios por poco tiempo. De ganar, McVay modificará a la NFL.
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