En ocasiones los deseos sociales y políticos se evidencian irreconciliables entre élites y segmentos sociales, acaso más si se impulsa un viraje decisivo en las lógicas de dominación preeminente.
La Presidencia de Andrés Manuel López Obrador trae consigo la apuesta del giro en el consenso nacional sobre la reivindicación del lugar de los pobres, el universo indígena mexicano, las comunidades más vulnerables, en la vida pública, en la esfera presupuestal y productiva de la economía nacional, en la valoración educativa / comunitaria/ cotidiana de la vida privada y cívica.
El movimiento pendular pretende rebasar las fronteras de la arbitrariedad del poder, de la legalidad, de la institucionalidad prevalecientes: busca que cada actor de la República asuma su posición frente al escenario sombrío -por su nivel de naturalización alcanzado en nuestra realidad-, de la marginalidad y la exclusión del desarrollo del país a las que que se ha condenado a poblaciones mexicanas enteras: “La sociedad está abierta al acontecimiento [...] y lo está, porque está desgarrada de parte a parte y porque se le replantea indefinidamente la tarea de coser la brecha por la que entran los apetitos de las clases y los individuos” (Lefort, Claude. Maquiavelo. Lecturas de lo político. Trotta, 2010).
Toma aquí su lugar la raíz del pensar Platón - Marx - Maquiavelo sobre el conflicto permanente al interior de las sociedades y que se plasma en la impronta mexicana postergada de igualdad social en Morelos, Juárez, Flores Magón, Zapata y Cárdenas, en clave dialéctica que se actualiza como la República de los ricos y la República de los pobres.
Este ideal presidencial exige política democrática ante una sociedad tan fundamentalmente fragmentada en la que parece imposible llegar a consensos nacionales: el nuevo consenso que se impulsa desde la Presidencia supone una convocatoria a intereses legítimos y sombríos, pero sobre todo a nuevos acuerdos sociales en la lucha, concientización y edificación de un nuevo régimen y un nuevo modelo de sociedad, dada la causa mayor de la justicia social: reclamo que nos acompaña desde siglos antes en que México se erigiera en nación independiente.