Paulina Lavista

Salvador, admirador de las mujeres

02/12/2017 |01:52
Redacción El Universal
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Me permito publicar esta fotografía que le regalé a Salvador Elizondo (y que él me devolvió dedicada cuando empezábamos a formar una pareja), a propósito de las acusaciones de ciertas feministas recalcitrantes que tan ciegamente descalifican a Christopher Domínguez, quién recién ingresó a El Colegio Nacional, y de pasadita a Salvador Elizondo, quienes acusan de misóginos.

A Salvador, esa leyenda negra de su misoginia le costó en vida perder todos los premios posibles, menos el “Villaurrutia”, porque las “escritoras” que conformaban los jurados lo acusaban, injustamente, de odiar a la mujeres.

Salvador era un admirador de las destrezas literarias de las mujeres y de su belleza. Entre todas empezaré por decir que “Segundo Sueño” era uno de sus poemas favoritos y que periódicamente oía un disco donde una actriz lo leía y siempre acababa llorando muy emocionado. No pienso enumerar todas las mujeres artistas que él admiraba y de las cuáles escribió varias críticas muy favorables, pero les aseguro que son muchas la veces que lo hizo.

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Estas feministas iletradas tal vez no fueron amadas o no tuvieron la suerte de encontrar su otra media naranja. Yo aún creo en la fuerza de la PAREJA, sobre todo cuando esta unión es de mutuo respeto y admiración y permite a ambos desarrollarse y navegar juntos hacia la creación de una obra, como el caso de la pintora Joy Laville y el escritor Jorge Ibargüengoitia, quienes juntos lograron producir una obra importante, cada uno, alimentado por el estímulo del otro, del ser que nos ama y amamos para ser mejores, para crecer y envejecer juntos.

Un comentario al azar que encontré en el Diario de Salvador es un buen ejemplo del sentir de Elizondo a una mujer artista.

Espero que con el tiempo pueda yo hacer una antología con textos que escribió Elizondo sobre mujeres.

Salvador Elizondo escribe Cuaderno de Diario número 25, página 169

Sábado 11.IV.70. —A comer a Salazar con mis hijas, luego a una tienda de animales. El que más nos gustó a Paulina y a mí fue un perro callejero que nos vendían en 100 pesos. Mariana quería uno de 3,000 pesos, ni modo. Anoche estuvo bien la fiesta que fuimos. Estaba Ricardo Guerra que me dio gusto verlo. Me alegro que lo hayan hecho director de la Facultad de Filosofía.

La alquimia es entender el mundo simbólicamente. Hoy que regresamos vino Isabel Fraire. Me simpatiza mucho y creo que es una gran poetisa. Quiere que escriba algo sobre su poesía. Creo que le dedicaré un programa de Radio porque efectivamente me ha gustado mucho su libro.