Nos recibió en su casa de Coyoacán, localizada en la calle de Zaragoza esquina con Dulce Olivia, a Salvador Elizondo, Meche Carreño, Diana Martínez Solares, a varios amigos más y a mí, el legendario director de cine, creador, con la mancuerna de don Gabriel Figueroa, de la estética mexicanista del claroscuro que exaltó el mundo rural y citadino (Salón México) con escenas plásticas inolvidables. Fue también actor y corre la leyenda que, cuando andaba por Hollywood, posó desnudo como modelo ¡nada menos! que del Oscar de la Academia de Artes Cinematográficas. Era sabido que su gusto por el alcohol le trajo problemas en su vida personal. Su obra merece y ha merecido innumerables ensayos críticos. Fue fundamental su cine para la llamada “Época de Oro”.
En la reunión que nos convocó, nos bebimos unos buenos tragos, acompañando a don Emilio El Indio Fernández
Salvador sintió obligación moral de escribir sobre él, veamos lo que nos dice.
Domingo 11.VI.78.— Casi todo el día dedicado a escribir mi artículo número 57, trata del Indio Fernández, que acaba de hacer otra vez La red, pero como mató a un gitano ya no lo dejan terminarla y lo quieren meter a la cárcel de la que salió libre bajo palabra o algo así.
Miércoles 14.— Ayer no pensaba salir de casa. Tuve que hacerlo para ir a buscar el 1+1 en el que salió mi artículo sobre El Indio Fernández. Sin éxito: el periódico no pudo imprimir todos los números o algo raro pasó que escaseó y no pude ver cómo quedó.
***Foto: Imagen de 1979 del director de cine y actor Emilio El Indio Fernández.