Carlos Treviño se encuentra en Houston, Texas, para participar en CeraWeek. El director general de Petróleos Mexicanos no viajó a Estados Unidos de América con ninguna otra finalidad que conseguir inversionistas o, si usted lo quiere leer en un lenguaje menos compasivo, buscará en este Foro asociaciones estratégicas para Pemex, con el fin de aumentar su rentabilidad y elevar su nivel de competencia.
Petróleos Mexicanos no atraviesa su mejor etapa. La empresa productiva del Estado disparó sus pérdidas durante 2017, un 408.8%. El año pasado no fue el mejor. No solamente cuadruplicó sus pérdidas respecto a 2016, sino que también cayó su producción de hidrocarburos. Tuvo que enfrentar aumentos en los costos de producción, la generación de gasolina cayó y la importación de esta misma subió; bueno, pues, en términos económicos, no le fue nada, pero nada bien.
Sin importar sus pérdidas, las cuales pasaron de 63 mil 272 millones de pesos en 2016 a 320 mil 933 millones de pesos en 2017, Pemex ha anunciado —sin muchos bombos y platillos— su asociación con la escudería de la F1 de la cual forma parte Sergio Checo Pérez: Sahara Force India.
Y es que, a pesar de que “no esté el horno para bollos”, la ex paraestatal estará presente como patrocinador de Force India en la temporada 2018 de la categoría reina del automovilismo. El escudo de Pemex ocupa un muy pequeño espacio en los espejos laterales del VJM11, el monoplaza que Pérez y su compañero de escudería, Esteban Ocon, pilotearan. El acuerdo comercial no sólo contempla la presencia del logotipo de Pemex en el automóvil, también en los uniformes de sus pilotos y el equipo de mecánicos, así como algunos eventos de promoción de la marca a través del mexicano.
No es la primera vez que Pemex incursiona en el deporte como patrocinador, pero digamos que eran épocas de vacas un poco más gordas. El valor total del acuerdo oscila entre 75 y 85 millones de pesos, poco para el objetivo que desean conseguir: restablecer con los mexicanos un vínculo de amor-amor y no de amor-odio derivado de las anormalidades al momento de venta de combustible en el país.
Sí, en plena crisis, justo cuando la Auditoría Superior de la Federación ha detectado irregularidades en el ejercicio 2016 y cuando no se ve el momento en el que el combustible en México mantenga un precio acorde a los índices de inflación, Pemex ingresa a El Gran Circo, donde el show siempre debe continuar.