Una de las más gratas sorpresas que nos regaló el año 2017 fue la llegada del futbol femenil profesional, desde el anuncio de su creación se esperó mucho tiempo para que llegara el día en el que conoceríamos a la nueva integrante del futbol mexicano, la Liga MX Femenil. El primer torneo generó muchas expectativas y rebasó cada una de ellas, esto lo pudimos observar en la final en la que Chivas derrotó a Pachuca convirtiéndose en el primer equipo femenil campeón, pero hay todavía más.
Si bien nos dejó un buen sabor de boca su primer torneo, el segundo tendrá que ser aún mejor, hay muchos retos por cumplir para poder hacer de este un proyecto sustentable para cada equipo que integra la liga, y deberá convertirse en un espectáculo que cada jornada sume una mayor cantidad de afición, que le augure larga vida.
La Liga MX Femenil aún se encuentra en pañales, la rentabilidad del proyecto se verá reflejada en un mediano o largo plazo dependiendo de la formalidad y compromiso que los involucrados le den, el costo ha sido alto en materia económica, la inversión fue alta y lo continuará siendo por un par de torneos más, el desarrollo de la liga será el que enamore a futuros patrocinadores, que tengan el interés en invertir y fortalecer el compromiso de aquellos dueños de los equipos interesados en empoderar el futbol femenil mexicano.
Y no sólo el futbol, también las posibles futuras inversiones redituarán en la dignificación de la futbolista y se reflejará en su remuneración, un tema que sobrepasa los términos de equidad e igualdad, durante el primer campeonato la desigualdad de sueldos fue abismal, la mayoría de las jugadoras recibían un sueldo mensual equivalente a tres mil pesos en algunos equipos, mientras que otros pagaron cantidades mayores por sumar a sus filas jugadoras de renombre.
Las futbolistas no hicieron mucho ruido al respecto; abrumadas por la posibilidad de cumplir su más grande sueño, dejaron de lado lo económico, pero la historia tendrá que cambiar, no sólo en este tema, el primer reto del futbol femenil ya se cumplió, la Liga ya es una realidad, viene el momento de establecer un segundo, ahora el reto será superar lo logrado y darle al futbol femenil el lugar que se merece.