Tal vez los astros se alinearon, probablemente estaba escrito en su destino y el golpe de suerte que puso a los Bills de Buffalo nuevamente en Playoffs de NFL después de 17 años, estaba anotado en letra mayúscula y resaltado en amarillo para que su clasificación no fuera del todo fortuita.

Mucho ha pasado desde al última ocasión que Buffalo logró acceder a postemporada, el mundo era otro por completo, Smooth de Carlos Santanna era la canción más escuchada, What a girl Wants de Christina Aguilera le pisaba los talones; Bill Clinton gobernaba los Estados Unidos de America, estábamos por concluir un siglo e iniciar otro y Bill Belichick había sido nombrado coach de los Jets, nunca dirigió un solo partido, pero fue entrenador en jefe de los de Nueva York y Tom Brady jugaba su última temporada con la Universidad de Michigan, todo era muy distinto incluso los Bills tenían dueño distinto y culminaban una década de impecables temporadas.

La sequía terminó para los Bills, la espera fue larga, de hecho fue la más larga de la NFL, si, ninguna de las 32 franquicias había esperado tanto tiempo para poder volver a ver a un juego de postemporada, ni los Browns habían tardado tanto en darle esa alegría a su afición.

La llegada de Rex Ryan cambiaría las cosas, la primera temporada a su cargo sería desastrosa, eliminados antes de la semana 15, no daba buen augurio; Ryan llevó a su hermano Rob para la temporada 2016, limpió el vestidor, dejó ir a jugadores que llevaban ya muchos años, el resultado fue similar, incluso la limpia alcanzó a su propia sangre y decidió dejar a la familia afuera, para 2017 la historia tenía que ser diferente así lo presintió él y justo antes de la primera semana lo predijo: “Los Bills sorprenderán a miles”, no se equivocó.

La clasificación llegó de la nada, no fue por méritos propios, lograrla en automático en una división en al que compites con Nueva Inglaterra no es fácil, pero, la suerte les sonrió, Bengalíes y Cuervos empataban, 27-27, Dalton mandó un pase Boyd, este anota el touchdown de la victoria, Baltimore sucumbió en un silencio, así como Buffalo estalló en frenesí. La última ocasión que celebraron de esta forma duró poco, ahora Bills tiene la oportunidad, el rival, Jaguares, los cuales tendrán la intención de volverlos hacer sentir como en El Milagro de la Ciudad de la Música.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses