Por cada peso que se reporta oficialmente en las campañas políticas, hay quince por debajo de la mesa. Es la conclusión a la que llegaron Integralia y Mexicanos Contra la Corrupción luego de más de un año de investigaciones. Hicieron entrevistas y analizaron los resultados de la fiscalización de las campañas locales de 2016 y 2017. Los detalles pueden encontrarse en www.dinerobajolamesa.org
Son tres las fuentes del financiamiento ilegal: desvío de recursos públicos, aportaciones privadas no reportadas y dinero del crimen organizado. Esto no es exclusivo de un partido político. Todos incurren en estas acciones. El dinero no reportado lo usan para pagar estructuras clientelares y, sobre todo, para comprar o inhibir el voto.
Estas investigaciones exhiben la simulación que hay en nuestra democracia. México ha cambiado, pero las campañas siguen siendo iguales. Esos mítines en plazas públicas llenos de acarreados exhaustos y acalorados son una muestra clara. Los autobuses contratados para llevar a las personas se estacionan a unas cuadras del templete, igual que siempre, y a los “espontáneos” aplaudidores les pasan lista, igual que siempre.
Una de las principales promesas en las campañas es que se combatirá la corrupción. Nos lo aseguran desde campañas que son corruptas. ¿Por qué habríamos de creerlo?
HUERFANITO. Ninguno de los aspirantes a la gubernatura de Veracruz ha presentado su 3 de 3. En Morelos, no lo han hecho ni Rodrigo Gayosso del PRD-PSD, ni el ex rector de la UAEM Alejandro Vera del Panal, ni el puntero en las encuestas Cuauhtémoc Blanco, impulsado por la coalición Morena-PES-PT.