De las miles de personas damnificadas por los sismos, si bien la mayoría se concentra en Oaxaca y Chiapas, no debemos olvidar a las otras entidades afectadas como la Ciudad de México, Morelos, Tabasco y Puebla. Para este último estado, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano anunció un apoyo de mil 254 millones de pesos. Al final el Fonden autorizó poco mas de 812 millones de pesos, 440 menos de los originalmente prometidos.
Un funcionario del gobierno federal ha tomado el asunto en sus manos. Se trata del poblano Juan Carlos Lastiri Quirós, subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda. Lastiri fue secretario de Desarrollo Social estatal durante el gobierno del memorable (y precioso) Mario Marín. Desde entonces tiene contactos y operadores en prácticamente todos los municipios de Puebla. Uno de ellos es Arturo Muñiz, quien formó parte de su equipo en la Sedeso de aquellos años.
La semana pasada fue presentado el programa para la reconstrucción de ese estado. Se adjudicaron 3 mil viviendas a empresas certificadas. Hay en Puebla quienes aseguran que el propio Lastiri está detrás de las constructoras que se quedaron con la encomienda de levantar casi la mitad de esas casas, de la mano de aliados como el mencionado Muñiz.
El actual subsecretario tiene interés en ser el próximo gobernador poblano, por lo que habrá que seguir con especial atención el manejo de esos dineros. Y es que hay los que, luego de los sismos, se concentran en reconstruir su patrimonio o su capital político. No vaya a ser este uno de esos casos.
HUERFANITO.—
El gobierno de la Ciudad de México anunció la instalación de la planta “El Sarape” para convertir más de 4 mil 500 toneladas de basura en energía para alimentar al Metro. Explicó que con ella se dejarán de enterrar desechos sólidos en rellenos sanitarios y se reducirá la emisión de bióxido de carbono.
A pesar de estas bondades, a los legisladores locales de Morena no les pareció tan maravillosa, pues aseguran que se adjudicó con un sobrecosto.
En la CFE no se han manifestado, pero me cuentan que no les gusta nada el hecho de que el Metro compre su energía a una empresa privada.
***Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL