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William D. Nordhaus y Paul M. Romer recibieron el Premio Nobel de Economía. El primero por integrar el cambio climático a los análisis de macroeconomía y por plantear maneras eficientes para disminuir los efectos del calentamiento global. Nordhaus, ha mostrado claramente la relación entre crecimiento económico y clima. Su modelo se usa actualmente en muchos lugares del mundo.
Romer, por su parte, ha ideado esquemas de desarrollo sostenible y ha generado políticas públicas que fomentan la innovación. Sostiene que la acumulación de ideas es la base del crecimiento económico. Es el creador de la teoría del crecimiento endógeno que representa todo un nuevo modelo de desarrollo con regulaciones que apoyan la prosperidad a largo plazo.
Los dos se han esforzado en demostrar que las economías pueden crecer de manera sostenible. Ambos son estadounidenses y han trabajado e investigado en universidades de ese país: en la Stern School of Bussines de Nueva York y Nordhaus en Yale. Son instituciones con un prestigio importante, asentadas en una nación cuyo presidente no cree en el cambio climático. Donald Trump ha convertido un asunto crucial para la sobrevivencia de la humanidad en un tema de fe y no de entendimiento. Por eso las investigaciones y evidencias científicas no modifican su postura en torno al calentamiento global. Ni el Nobel, ni la Academia Sueca, ni las mas prestigiosas instituciones educativas, ni nada contrarresta su necedad.
HUERFANITO. Cuando la demagogia se apodera de la voz, la ideología aplasta a la evidencia científica. Aplica para quien “no cree” en el cambio climático. ¿Aplicará también para proyectos cruciales de infraestructura en México?