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El subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo hace unas semanas que la obra de Dos Bocas se pospondría hasta tener viabilidad financiera. En entrevista para el Financial Times, el funcionario explicó que lo central era darle más oxígeno a Pemex y que el dinero se destinaría a proyectos prioritarios de la empresa. Explicó que no autorizarían la construcción hasta tener una cifra cercana a la estimada originalmente: 8 mil millones de dólares. La noticia fue bien recibida en la industria y el mundo financiero, pero no en Palacio Nacional. El presidente López Obrador lo desmintió. En su conferencia tempranera compartió un diagnóstico completamente diferente. Dijo que sí hay presupuesto suficiente, que no tienen retrasos en las construcción, que van a terminarla en tres años y que costará entre 6 y 8 mil millones de dólares.
El Instituto Mexicano para la Competitividad hizo un estudio en torno a la construcción de esta nueva refinería. Concluyó que existe un 98 por ciento de probabilidad de que el proyecto termine afectando a Pemex. Para algunos especialistas, incluso esa estimación de dos por ciento de viabilidad financiera es optimista. Tenemos en México seis refinerías subutilizadas porque se ha invertido poco en su infraestructura. El IMCO propone destinar el presupuesto al mejoramiento de esas refinerías y cancelar la construcción de una nueva en Dos Bocas, Tabasco. Es de esperar que esa recomendación no sea escuchada.
Cuatro empresas fueron convocadas para participar en la licitación: KRB, Bechtel-Technit, Worley Parsons-Jacobs y Technip. El 18 de abril entregarían sus propuestas, pero pidieron una semana de prórroga para presentarlas. El plan del gobierno federal es tener lista la nueva refinería hacia la mitad del sexenio y rehabilitar las que actualmente están subutilizadas antes de que termine el sexenio. El objetivo es dejar de importar gasolina para entonces sí tener un mayor control sobre el precio. El problema, según analistas, es la enorme inversión de tiempo y dinero que eso conlleva. El gobierno tiene otras cifras.
Los números pueden “ajustarse”, la realidad no. En algunos años veremos quién tenía razón.
HUERFANITO. Cuentan en Tabasco que los terrenos en los que se construirá la refinería de Dos Bocas empezaron a sanearse en el último trimestre del año pasado. El presidente López Obrador aún no tomaba posesión. La consulta ciudadana para aprobar la construcción todavía ni se anunciaba.