Óscar Mario Beteta

De las interpretaciones del maquiavelismo

09/11/2018 |02:03
Redacción El Universal
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¿Desde cuándo el renacimiento es un riesgo?

Visto como el acontecimiento histórico que abarcó varios Siglos, fue la superación del oscurantismo. La muerte del Ancien Régime. El redimensionamiento y encumbramiento del Hombre por sobre todas las cosas.

Considerado como el resurgimiento de un Estado, implica su refundación, su emergencia desde el fondo en el que, por la perversión de sus gobernantes, suele caer.

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Ese proceso, trasladado a una persona, se traduce en la típica expresión: “volvió a nacer”. Se da porque superó algún problema que amenazó gravemente su vida. Renacer es una fortuna. No pocos veces se asocia a una voluntad divina.

En términos sociales, políticos e históricos, resurgir es lo mejor que le puede ocurrir a esa entidad. El Estado, objetivado, encarnado, se conforma por toda la sociedad. Cualquier cosa en su favor, necesariamente ha de ser loable.

Así, la declaración del ex presidente Carlos Salinas, conocedor de Nicolás Maquiavelo, de que “…estamos en un momento maquiavélico porque la República está ante un gran riesgo, el de renacer o el de desaparecer”, es debatible históricamente, frágil políticamente y veladamente amenazadora.

Y aunque Salinas de Gortari fue el padre de la Revolución Industrial Moderna en México con el NAFTA, y entre otras cosas provocó la despretrolización de la economía y el fortalecimiento y modernización de la planta productiva del país, sus señalamientos son dignos de análisis.

Su percepción no tiene ninguna connotación con el padre de la Ciencia Política Moderna. Aún extrapolada, la suya no es una advertencia que El Florentino haya hecho en alguna de sus obras. No es ningún consejo que haya escrito. ¡Pero cuántas cosas se han dicho, interpretado y desvirtuado en su nombre!

Esas afirmaciones podrían ser cuestionables por el sólo hecho de asegurar que renacer, refiriéndose al Estado, es un riesgo. Lo es también el augurio de desaparición. Lo último es, justamente, lo que la sociedad frenó en las elecciones presidenciales. Lo primero es lo que espera.

¿Por qué en vez de estar en peligro de perecer, el Estado mexicano ha comenzado a renacer?

El reinicio para muchos habría empezado hace cuatro meses porque durante los 70 años de permanencia del PRI en el poder, después con la alternancia y aún durante los últimos años, fue sacrificado con base en estrategia fallida de cambiar su forma de gobierno. Se lo quiso hacer oligárquico por la riqueza, siendo democrático por la pobreza. Pocos se igualaron arriba, con el dinero; los más se estandarizaron en la indigencia.

El programa económico neoliberal que se siguió a pie juntillas durante las últimas décadas, comenzando con Miguel de la Madrid y que de manera ininterrumpida siguió hasta ahora, fue la causa principal de que el Estado nacional empezase a languidecer. Hoy, con gobernantes electos, está en la perspectiva de resurgir.

La generación de una sociedad altamente polarizada por la grotesca fortuna de pocos, que contrasta con la miseria de millones, es lo que puso al país en todos los peligros. El de su desaparición en las actuales condiciones, advertida por Salinas, es de dudarse. Los ciclos de las formas de gobierno no terminan en la oligarquía, sino en la tiranía. De donde recomienzan.

Las enfermedades que azotaron y aún lastiman al Estado, son terribles. Fue atacado por la peor de todas: la discordia, que lo dejó exhausto, casi exánime. Los gobernantes neoliberales, priístas y panistas, le suministraron ese tóxico durante treinta años. Maquiavelo sugirió la forma de prevenirlo. Pudieron haberlo evitado.

Por eso. la República, después de esa etapa, podría y debería estar (¡y más nos vale!) en vías de renacimiento. Por eso el presidente electo lo ve como la Cuarta Transformación.

Lo que algunos ven como un probable golpe de Estado, deberían de reflexionar sobre ese concepto tan extremo, las condiciones, la realidad, el poder por entronizarse, al personaje. Encasillar “el momento” en el adjetivo maquiavélico, es imposible. El mal es obra de los hombres, no del tiempo.

Independientemente del concepto “maquiavélico”, cuya interpretación es muy variada y subjetiva, la República no sólo no perecerá, sino que, vigorizada, deberá servir a sus más altos y nobles propósitos.

Pero en ese contexto, es indispensable reconsiderar la acción legislativa de Morena que, en materia económica, apunta a generar un desastre, como la iniciativa “sorpresa” de ayer, que provocó el derrumbe del mercado bursátil nacional.

SOTTO VOCE…

El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, trabaja intensamente para hacer del próximo 44 Tianguis Turístico de Acapulco, el mejor de toda su historia y mantener al Puerto en un ambiente de paz y tranquilidad durante las fiestas de fin de año. Esa entidad cobrará gran relevancia si se convierte en la primera que contribuya al tránsito del prohibicionismo a la regulación en el consumo de estupefacientes… Arturo Núñez dejará Tabasco como el peor gobernador de esa entidad. Se le recordará como el más droguero por no pagar a los medios, de los que se ha servido. Eso, sin contar con el monstruoso endeudamiento y la opacidad en el manejo de los recursos públicos que le atribuyen sus paisanos y toda la Prensa local. Aseguran que se llevará el título como el “mandatario mandilón e inepto”. ¿Por qué será?