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Esta semana el Centro de Democracia y Tecnología, así como 15 organizaciones más, como Prensa Pública, y Conocimiento Público, entre otras, solicitaron a la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) revelar detalles sobre las quejas informales presentadas por consumidores (47 mil), relacionadas con el incumplimiento de las reglas relativas a la neutralidad de la red, impulsadas en 2015 por la administración del presidente Obama.
En su misiva a la FCC, las referidas organizaciones expresaron: “Es probable que los consumidores utilicen el mecanismo informal de quejas para abordar los daños causados por los proveedores de servicios de Internet que violan las actuales reglas de Neutralidad en la Red y las reglas de transparencia. Más de 47.000 quejas de los consumidores se han presentado contra ISPs desde junio de 2015, y las compañías proporcionaron aproximadamente 18.000 respuestas a esas quejas, y hay 1.500 correos electrónicos que documentan las interacciones entre el ombudsperson y los usuarios de Internet.
Estas cifras, por sí solas, deberían dar lugar a una pausa. Sin embargo, solo un análisis completo de estas quejas de los consumidores y documentos del ombudsperson permitirán al público responder plenamente a las preguntas planteadas en el NPRM”. (Notice on proposed rulemaking. En castellano: Aviso de propuesta de reglamentación).
La FCC se ha negado dar a conocer la mayoría de quejas sobre irregularidades cometidas por los proveedores de acceso a Internet en materia de neutralidad de la red, a pesar de una solicitud sustentada en la Ley de Libertad de Información, la cual fue presentada en el mes de mayo por la National Hispanic Media Coalition (Coalición Nacional de Medios Hispanos).
Ajit Pai, actual presidente de la FCC, pretende terminar o reinterpretar la clasificación del título segundo de servicios de Internet de banda ancha como “servicios de telecomunicaciones” para transformarlos en “servicios de información”, eliminando así la neutralidad de la red.
Tal medida que beneficia ampliamente a los proveedores de acceso a Internet quienes podrán manipular abiertamente el acceso y velocidad de acceso a determinados sitios web, y cobrar por ello tarifas diferenciadas a los consumidores. La FCC sólo acepta comentarios sobre su propuesta hasta el miércoles 30 de agosto.
La importancia de las quejas informales radica en que podrían ser consideradas como evidencias del daño que han propinado a los usuarios los proveedores de acceso a Internet.
La FCC ha apostado por una estrategia dilatoria, como atinadamente advirtió Klint Finley en una nota publicada el 18 de agosto en
Wired.
Pai además pretende restar importancia a las miles de quejas informales –solo una queja formal ha sido presentada contra Verizon-. Sin embargo, debemos tener presente que para presentar una queja formal resulta indispensable erogar 225 dólares, además de contratar abogados y presentar escritos. En cambio las quejas informales son gratuitas y pueden ser presentadas a través de un sencillo formulario en línea.
Además de las quejas informales, la FCC ha recibido más de 18 millones de comentarios sobre la neutralidad de la red. En el mes de abril, Tim Berners-Lee –creador de la web- expresó su opinión
sobre el tema: "Cuando inventé la web, no tuve que pedir permiso a nadie, ni tampoco los exitosos empresarios de Internet de Estados Unidos cuando empezaron sus negocios. Para alcanzar todo su potencial, Internet debe seguir siendo un espacio sin permiso para la creatividad, la innovación y la libre expresión. En el mundo actual, las empresas no pueden operar sin Internet, y el acceso a ella está controlado por sólo unos pocos proveedores.
Los anuncios de la FCC hoy sugieren que quieren dar un paso atrás y permitir que los jugadores concentrados del mercado para elegir los ganadores y perdedores en línea. Su charla trata de conectar a más personas, pero ¿qué sentido tiene si su ISP sólo le permite ver las películas que eligen, al igual que los viejos tiempos de cable?"
El debate en torno al porvenir de la neutralidad de la red definitivamente trasciende el tema de nuevas condiciones de competencia en el mercado o la introducción de nuevos modelos de negocio en Internet. Resulta indispensable comprender que lo que está en juego es el futuro de la economía política de Internet.