A mediados del mes de diciembre del año pasado, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), presidida por Ajit Pai, votó para eliminar la neutralidad de la red. Sin embargo, los defensores de la neutralidad no han desistido en su lucha por restablecerla.
La decisión de eliminarla no precisamente fue bien recibida por millones de usuarios; sin embargo, ésta cuenta con el respaldo de los legisladores republicanos y los proveedores de servicios de Internet (ISP).
El lunes 20 de agosto, fiscales generales en 22 estados en la Unión Americana (Carolina del Norte, California, Connecticut, Hawai, Illinois, Iowa, Kentucky, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Misisipi, Nueva York, Nueva Jersey, Nuevo México, Oregón, Pensilvania, Delaware, Rhode Island, Virginia, Washington) así como el fiscal general en el Distrito de Columbia, presentaron una iniciativa ante el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Distrito de Columbia, solicitando restablecer las reglas aprobadas por el presidente Obama que impedían a los ISP, bloquear, limitar contenidos, priorizando los suyos y los de sus socios.
La iniciativa, que partió de la fiscal general en Nueva York Barbara Underwood, fue secundada por compañías como Mozilla (que presentó su propio informe), así como por grupos como Open Technology Institute, Free Press y la National Hispanic Media Coalition, entre otras.
Los fiscales pretenden que el referido tribunal de apelaciones les permita establecer sus propias reglas en materia de neutralidad . Incluso si el quid de la demanda falla y la neutralidad permanece vigente , solicitan que la corte dictamine invalidar la orden de la FCC que prohíbe a los estados hacer sus propias leyes en la materia.
Un importante antecedente que debemos tener presente es que en 2006 la FCC no consiguió impedir que las ciudades comenzaran sus propias redes de banda ancha.
Los fiscales además señalaron que la FCC no consideró el impacto de la eliminación de la neutralidad en la seguridad pública
, omisión que calificaron como “una abdicación al por mayor de sus responsabilidades”.
Para dar sustento al señalamiento, los fiscales revelaron que durante los devastadores incendios registrados a finales de julio, en California, un vehículo del Departamento de Bomberos de Bay Area experimentó una sensible reducción en la velocidad de datos, al alcanzar el tope acordado con Verizon.
Al parecer, el plan contratado por el departamento de bomberos en el Condado de Santa Clara, California, incluía la asignación de un determinado volumen de datos a un precio mensual fijo. Al exceder el volumen de datos, la velocidad se reduciría. La disposición parece lógica en el contrato pero, se trató de una situación de emergencia, incendios considerados como históricos, y el cliente al que Verizon bajó la velocidad fue un servicio de seguridad pública.
Verizon confirmó el incidente y lo calificó como un “error de servicio al cliente”. Heidi Flato, vocera de la empresa señaló: "en esta situación, deberíamos haber levantado la restricción de velocidad cuando nuestro cliente se comunicó con nosotros. Este fue un error de atención". Por supuesto prometió tomar todas las medidas y garantizar que un hecho similar no vuelva a ocurrir.
Con neutralidad de la red o sin ella, ante cualquier situación de emergencia, los ISP tienen la obligación moral de contribuir
a la seguridad pública. Si Verizon fue capaz de ralentizar la velocidad de la red a los bomberos en una situación de emergencia, ¿qué pueden esperar los clientes comunes?
Por todo lo anterior no sorprende que la ley de neutralidad, resucitada en California esta semana superó grandes obstáculos
y ahora está en camino a ser votada en la próxima asamblea estatal. Aún hay esperanza.