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El viernes 15 de marzo, en la isla sur de Nueva Zelanda, Brenton Tarrant atacó dos mezquitas musulmanas en Christchurch. El supremacista blanco asesinó a decenas de feligreses, hiriendo a más de medio centenar más.
Para asegurar notoriedad instantánea, Tarrant colocó una cámara web en su cabeza, y se aseguró de transmitir, a través de Facebook Live y Twitter, 17 minutos de video de la masacre en la mezquita Masjid Al Noor Mosque, ubicada en el centro de Christchurch, donde con un fusil semiautomático disparó indiscriminadamente contra los feligreses reunidos. El segundo ataque lo cometió en la mezquita Linwood Masjid.
A través de Internet, en cuatro operaciones separadas, Tarrant logró conseguir el armamento que utilizó en ambos ataques.
En Nueva Zelanda, las autoridades solicitaron a Facebook eliminar el video. Los administradores de Facebook en Nueva Zelanda accedieron. Además fueron eliminadas las cuentas de Tarrant en esa red social. Sin embargo algunos medios decidieron conservar el material para dar a conocer a la opinión pública algunos fragmentos.
Tarrant, un australiano de 28 años de edad, quien afirma ser admirador de Donald Trump, señaló que sus actos fueron inspirados en Fjotolf Hansen, alias Anders Behring Breivik, un terrorista noruego de extrema derecha, quien el 22 de julio de 2011 asesinó a 77 personas en Oslo, Noruega.
El día que cometió esos asesinatos, Hansen puso en circulación en Internet el manifiesto 2083. Una Declaración Europea de Independencia, en el cual justificó sus actos al amparo de la “urgente” necesidad de oponerse al Islam. Además culpó al feminismo del “suicidio cultural europeo”.
Al igual que Hansen, Tarrant también decidió publicar en Internet un manifiesto, de 74 páginas, El Gran Reemplazo, en el cual pretendió justificar la razón de los ataques que realizó en dos mezquitas.
Según lo asentado en el mencionado manifiesto, los pueblos europeos se están extinguiendo, y son reemplazados por inmigrantes que proceden de culturas “inferiores, diferentes y peligrosas” (razonamiento parecido a lo muchas veces expresado por el presidente Trump).
Algunos medios informativos han vinculado a Tarrant con el movimiento ultraderechista Generation Identity, el cual, además de identificar al Islam como principal enemigo, también arremete contra movimientos feministas, a los que culpa como causantes de las bajos índices de natalidad que presenta Europa actualmente.
Algunos medios y especialistas han señalado que Twitter, Facebook, YouTube y Reddit, entre otras, han fracasado en el intento de excluir contenidos que estimulan el odio y la superioridad racial en sus servicios.
Días antes de la masacre, el 12 de marzo, con motivo del 30 aniversario de la World Wide Web, Tim Berners-Lee dio a conocer un documento en el cual destacó algunos de los aspectos disfuncionales en la web, como haber dado voz a quienes propagan el odio.
Los actos de Tarrant son un perfecto ejemplo de los acertados cuestionamientos expresados por el creador de la web.
Sin embargo, Tim Berners-Lee también destaca que será imposible erradicar por completo de la web aquellos espacios destinados a promover el odio. Berners-Lee propone crear leyes y códigos que respondan a la necesidad de frenar tan negativas expresiones de intolerancia, insistiendo, además, en la pertinencia de concretar un nuevo contrato para la web.
El medio de comunicación que estableció un formidable parteaguas en la comunicación humana podría convertirse también en el principal peligro. De nosotros depende que no ocurra. Todavía estamos a tiempo de poder impedirlo.