La nueva agenda digital de México no debe ser definida por los grandes jugadores de la industria de Internet, ni por las organizaciones que representan sus intereses. El desarrollo del comercio electrónico, sin duda relevante, no podrá afirmarse como el tema prioritario de la nueva agenda. En cambio, deberán ser centrales los objetivos de desarrollo sustentable.
La nueva agenda digital de México deberá derivarse del proyecto de nación que pretende impulsar el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de la Cuarta Transformación.
El nuevo gobierno tendrá que convertir el tema del ancho de banda en fundamento de políticas públicas, asumiendo que es una infraestructura indispensable para el desarrollo de la nación.
Los adelantos en banda ancha móvil 4G, 5G y tecnologías satelitales de próxima generación permitirán ofrecer servicios digitales más rápidos y confiables. Estamos pasando rápidamente de la conectividad tradicional a la conectividad “inteligente”.
La banda ancha abre nuevas posibilidades en cibersalud, transporte y educación, aumentando la coordinación y capacidad de respuesta del gobierno en situaciones de emergencia. El análisis predictivo, una de las bondades del Big Data, permite detectar riesgos y adoptar medidas correctivas en el momento oportuno.
Es posible afirmar que el atinado empleo del análisis predictivo y la inteligencia artificial, podrían haber contribuido a atenuar la desgracia que dejaron los sismos de 2017 en Oaxaca y la CDMX.
Sobre el uso de análisis predictivo e inteligencia artificial en emergencias, el estudio The State of Broadband: Broadband catalyzing sustainable development, afirma: “Las redes de telefonía móvil revelan el grado de desplazamiento después de un desastre y predicen la propagación de enfermedades infecciosas, mientras que las compras de tiempo aire ayudan a rastrear el consumo de alimentos.
Materiales para techos visibles desde el espacio sirven como un indicador de la pobreza, los cambios en el uso de la tarjeta de débito indican el impacto de una crisis, y los registros postales se han utilizado para estimar los flujos comerciales. Nuevas familias de algoritmos de IA están haciendo posible obtener dichos conocimientos de manera automática y a escala”.
Para mejorar las redes y servicios de banda ancha, la Unión Internacional de Telecomunicaciones y la Organización de las Naciones Unidas aconsejan: 1.- Desarrollar liderazgo nacional para banda ancha; 2.- Promover la capacitación y estimular la demanda; 3.- Hacer benchmarking y monitorear el desarrollo de las TIC; 4.- Revisar las medidas de servicio universal, incluyendo las regulaciones de movimiento; 5.- Reforzar las habilidades digitales y la alfabetización; 6.- Apoyar los negocios y emprendimientos digitales locales; 7.- Revisar y adaptar los marcos legales para impulsar la digitalización; 8.- Reducir impuestos y aranceles de importación en equipos y servicios de telecom.
La transformación en marcha comprendería las siguientes etapas: banda ancha, centros de datos, nube, Big Data e Internet de las cosas (IoT). Además, hay que tener presente las tecnologías de frontera, las cuales comprenden una amplia variedad de nuevos materiales, productos, aplicaciones, procesos y modelos de negocio que son interdependientes y pueden conectarse y reforzarse entre sí. Los avances en una tecnología favorecen el progreso en otras. Los rápidos aumentos en el poder de cómputo permiten avances en genética, nanotecnología, blockchain y criptomonedas.
Las tecnologías de frontera abren grandes esperanzas a la humanidad. Se espera que sean capaces de erradicar el hambre y las epidemias; aumentar la esperanza de vida; generar empleos; entre otras más.