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Los nadadores mexicanos, los más talentosos, los que quieren trascender, aún cuando son criticados por los entrenadores y el sistema deportivo de nuestro país, siempre van un paso adelante en busca de una oportunidad en el extranjero. Y ante la falta de opciones reales en México, lo hacen en las universidades de Estados Unidos, en las que se valora su talento y además lo pulen, algo que no tiene nada de malo como algunos lo han querido hacer ver.
Lo primero es claro, complementar su educación, su formación profesional, con becas y es una realidad que buscan irse, porque saben que allá se van a ahorrar la matrícula que llega a ser de 50 mil dólares al año, así que no seamos ingenuos pensando que estos nadadores se quedarán en nuestro país, cuando sus opciones acá son limitadas.
Esta decisión de salir de su país, y que no solamente es para mexicanos, sino para los latinoamericanos en general, ha sido retratada por Swimming World Magazine, la revista especializada número uno de la natación y que destaca el elevado porcentaje de nadadores, hombres y mujeres de México y otros países de la región que participan con universidades de División 1 de la NCAA, lo que ha incrementado el nivel, algo que se manifiestó en los Juegos Centroamericanos pasados.
En diferentes universidades estadounidenses hay 25 mexicanos que siguen desarrollándose, algunos con grandes resultados. Y como ejemplo, de los 24 seleccionados que fueron a Barranquilla, 17 nadan en Estados Unidos. La única forma de que no busquen suerte en otro país es hacer programas en los cuales se les den las facilidades de ser becados en universidades en México y tener entrenadores comprometidos.
A finales de marzo terminaron los NCAA y si no hubiéramos tenido una coordinación con ellos, seguramente se habrían ido de vacaciones y hubieran llegado al selectivo en Tijuana totalmente vacíos.
Afortunadamente, muchos jalaron con nosotros y hasta uno de los entrenadores de Texas A&M fue a Colombia. La Federación debe acercarse más y saber cuáles son sus intereses, apoyarlos para que se queden en México.
Mientras no tengamos un proyecto de nación, con un buen entrenador (cualquier nacionalidad), no se quedarán. Y como prueba lo hecho hace 50 años, cuando Ronald Johnson sacó a México de la mediocridad. Y tampoco es que sólo con estar en Estados Unidos van a ganarlo todo, ya que hay que recordar que en Juegos Olímpicos, en los últimos 50 años, apenas se han tenido finalistas B.
Por eso es que se necesita una gran coordinación y compromiso. Trabajar en un proyecto de natación ciento por ciento mexicano, que esté apoyado por extranjeros con experiencia; sobre todo, ahora que habrá un cambio de administración que haga sentir a los jóvenes que están respaldados.
deportes@eluniversal.com.mx
Lo primero es claro, complementar su educación, su formación profesional, con becas y es una realidad que buscan irse, porque saben que allá se van a ahorrar la matrícula que llega a ser de 50 mil dólares al año, así que no seamos ingenuos pensando que estos nadadores se quedarán en nuestro país, cuando sus opciones acá son limitadas.
Esta decisión de salir de su país, y que no solamente es para mexicanos, sino para los latinoamericanos en general, ha sido retratada por Swimming World Magazine, la revista especializada número uno de la natación y que destaca el elevado porcentaje de nadadores, hombres y mujeres de México y otros países de la región que participan con universidades de División 1 de la NCAA, lo que ha incrementado el nivel, algo que se manifiestó en los Juegos Centroamericanos pasados.
En diferentes universidades estadounidenses hay 25 mexicanos que siguen desarrollándose, algunos con grandes resultados. Y como ejemplo, de los 24 seleccionados que fueron a Barranquilla, 17 nadan en Estados Unidos. La única forma de que no busquen suerte en otro país es hacer programas en los cuales se les den las facilidades de ser becados en universidades en México y tener entrenadores comprometidos.
A finales de marzo terminaron los NCAA y si no hubiéramos tenido una coordinación con ellos, seguramente se habrían ido de vacaciones y hubieran llegado al selectivo en Tijuana totalmente vacíos.
Afortunadamente, muchos jalaron con nosotros y hasta uno de los entrenadores de Texas A&M fue a Colombia. La Federación debe acercarse más y saber cuáles son sus intereses, apoyarlos para que se queden en México.
Mientras no tengamos un proyecto de nación, con un buen entrenador (cualquier nacionalidad), no se quedarán. Y como prueba lo hecho hace 50 años, cuando Ronald Johnson sacó a México de la mediocridad. Y tampoco es que sólo con estar en Estados Unidos van a ganarlo todo, ya que hay que recordar que en Juegos Olímpicos, en los últimos 50 años, apenas se han tenido finalistas B.
Por eso es que se necesita una gran coordinación y compromiso. Trabajar en un proyecto de natación ciento por ciento mexicano, que esté apoyado por extranjeros con experiencia; sobre todo, ahora que habrá un cambio de administración que haga sentir a los jóvenes que están respaldados.
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