Al observar los Juegos Olímpicos de Invierno por internet, me vino a la mente algo que cualquiera que busque lo mejor para sus hijos piensa sin dudar.
Después de ver las maravillosas escenas de la inauguración, el desfile de las dos Coreas y todo lo que hacen quienes practican estos deportes de invierno, pienso sin remedio: ¿cómo es posible que no se haga un esfuerzo para que todos los mexicanos vean estas competencias en televisión abierta y no sólo por un canal privado?
Que quede claro, me parece maravillosa la transmisión que están realizando por internet, ya que se tiene la oportunidad de elegir entre muchas opciones de los diferentes deportes que se llevan a cabo día a día, pero me parece que muchos niños estarían deleitándose con esta verdadera cultura deportiva si estuviera, de manera completa, en las plataformas tradicionales.
Este es un espectáculo increíble y estoy seguro de que en muchas partes del mundo lo ponen como ejemplo y parte de la programación pública, contrario a lo que pasan en la televisión abierta mexicana, en la que nos habla de secuestros, robos y otras formas de degradación de la sociedad.
A las autoridades de nuestro país se les debería ocurrir algo para entender que lo que nuestros niños y jóvenes ven en la televisión los marca para toda su vida. Y ojalá que entendieran que estos Olímpicos deberían verse completos por la televisión abierta y no solamente por pedacitos que han colocado en algunos canales.
Lo mismo nos ha pasado en los Juegos Olímpicos de verano; en muchas ocasiones, nos tenemos que conformar con los resúmenes que preparan en plataformas como el Canal Once.
Insisto, cualquier niño que vea estos Olímpicos de Invierno, los campeonatos mundiales, cosas del deporte y la cultura (imágenes que nunca se les borrarán de la mente), un fenómeno que también pasa con las balaceras, los robos; desafortunadamente esos son los ejemplos y la educación que le damos a nuestros niños a través de la caja idiota. Por eso tenemos principiantes de secuestradores, de ladrones y de esos malos ejemplos que ven los niños desde temprana edad, cuando deberíamos hacer que estén al pendiente de estos espectáculos tan hermosos llenos de cultura y deporte.
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