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Por fin terminó el suplicio en que se convirtió el selectivo de natación único para los próximos Juegos Panamericanos . Y digo que fue un suplicio, porque por cuestiones ajenas a la alberca, estaba en peligro el lugar para muchos atletas que en las últimas semanas tuvieron eventos en sus respectivas universidades dentro de la NCAA y era dificíl que mejoraran sus marcas.
Prácticamente se cumplieron los pronósticos respecto a aquellos que ganaron su lugar para estar en Lima, salvo algunos casos que quedaron fuera, por diferentes circunstancias. Tal es el caso de Carolina Guevara , campeona centroamericana en los 100 mariposa y quien estuvo participando en los NCAA , pero a quien ahora no le alcanzó para hacer la marca A y clasificarse a la justa continental.
Tampoco se va a contar con la presencia de Horus Briseño , quien fue parte de los relevos de 4x100 estilo libre en Barranquilla , además de las bajas de Fernanda González y Liliana Ibáñez , por lesión.
En el caso de Ibáñez , es una lástima que por algunas decisiones poco pensadas de parte de la Federación Mexicana de Natación , la guanajuatense —máxima ganadora de preseas en los pasados JCC, sobre todo en relevos—, no esté en los Panamericanos, después de que se recupera de una operación en el hombro. Es una lástima, porque con ella se hacían magníficos relevos con grandes posibilidades de medallas.
La propia nadadora informó que estuvo lesionada desde antes de su participación en Barranquilla y aunque fue un éxito la intervención en busca de que esté lista para pelear un lugar en Tokio 2020 , pudieron —tanto ella como la federación— buscar un camino diferente para que fuera parte una vez más de la selección, ahora en los Panamericanos. Tal fue el caso de Diana Luna , a quien también operaron, pero con una mejor planeación en los tiempos
y ahora tiene asegurado su ligar en Lima 2019 .
No vamos a completar los relevos con la solvencia que se tuvo en los Centroamericanos y es una pena esta situación, que por no imperar la disciplina en la selección se pierdan las posibilidades de medallas.
Y buena parte de esto se debe a que la federación no tiene una dirección técnica capaz, algo que ya existía. En este caso, se hizo lo que la atleta quiso con el aval de la federación y por encima de la recomendación de la Comisión Técnica , y por eso tanto desorden. Quizá con la orientación de alguien más capacitado, Ibáñez hubiera estado lista para este selectivo y así mantener el ciclo rumbo a los Juegos Olímpicos , que entiendo es su meta principal, como la de cualquier otro atleta.
Estas malas decisiones fueron apoyadas por la Conade y ejecutadas por la FMN . Es momento para que las autoridades tomen su responsabilidad y vean lo que le conviene al deporte nacional y no solamente a unos cuantos. Mientras no le pongan un hasta aquí a Kiril Todorov , la natación seguirá dando tumbos, lo mismo los otros deportes acuáticos —ya ven lo que sucedió en los clavados—, ya que solamente obedece a sus intereses económicos.