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Ahora que está por terminar el sexenio, hay que hacer un análisis de lo que se ha hecho en el deporte de nuestro país, para entender que justo en este periodo en el que se destinaron miles de millones de pesos, fue hasta que Alfredo Castillo tomó la Conade que las delegaciones mexicanas han tenido buenos resultados y aquí una de las principales razones:
Después de que los dos primeros años de este sexenio fueron un desastre en materia deportiva, ya que el grupo que encabezaba Jesús Mena hizo un mal trabajo, afortunadamente vino el cambio y comenzaron a mejorar las cosas. La clave, la contratación de Valentín Yanes como Subdirector de Calidad para el Deporte, un personaje con todos los conocimientos para darle seguimiento y crear, los planes necesarios para la mejora constante.
Esos primeros primeros dos años se asignaron más de 13 mil millones de pesos y los resultados fueron pocos. Después, sin billetazos, se logró un equilibrio que permitió alcanzar buenos lugares.
Me queda claro que lo hecho en el inicio del ciclo olímpico, con los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, fue maravilloso; a pesar de las dificultades que se esperaban para vencer a Cuba o Colombia, se rompieron muchas marcas y en verdad hicieron historia.
Pero si vamos más allá, en la Universiada Mundial también se hizo un gran papel y no por trabajo del Condde (que se supone es el encargado), sino de las federaciones y los institutos del deporte de entidades como Guanajuato, Estado de México... una docena de estados que han colaborado para preparar con calidad a sus atletas.
Ahora en los Juegos Olímpicos de la Juventud se lleva un buen rendimiento, lo que no es más que el producto de la Olimpiada Nacional, que se realiza desde hace 24 años y que estuvo cerca de desaparecer, algo que afortunadamente no pasó y podemos encontrar, todavía, a buenos atletas desde temprana edad. Se quiera o no, este evento ha ayudado a estos resultados en Buenos Aires. Lo malo es que cuando estos jóvenes rebasan los 18 años se les deja de apoyar, algo que debe cambiar.
Otra de las claves en esta gestión de la Conade ha sido direccionar los recursos de manera adecuada a las federaciones, para el seguimiento de atletas, campamentos, competencias que hacen falta y no para hacer turismo deportivo, como muchos lo entendían anteriormente.
Así como he sido un crítico permanente, ahora creo que debe resaltarse el trabajo que se hizo en los últimos años de este sexenio y lo antes expuesto, son las razones por las que el deporte se salvó de caer al abismo. A mes y medio para que finalice este periodo, lo único que está pendiente es que la Conade cumpla con todos los deportistas que ganaron medalla en los Centroamericanos, y sus entrenadores. Sería lamentable que no se cubra con este compromiso, como sucedió después de los Olímpicos de 2008, cuando Carlos Hermosillo no entregó dichos estímulos.
Hacia el futuro, ojalá que con el gobierno que viene se mantenga el seguimiento a los atletas que son el futuro del deporte de nuestro país, pero también a la manera de trabajar y organizar los recursos para solamente dar pasos hacia adelante y ninguno para atrás.
deportes@eluniversal.com.mx
Después de que los dos primeros años de este sexenio fueron un desastre en materia deportiva, ya que el grupo que encabezaba Jesús Mena hizo un mal trabajo, afortunadamente vino el cambio y comenzaron a mejorar las cosas. La clave, la contratación de Valentín Yanes como Subdirector de Calidad para el Deporte, un personaje con todos los conocimientos para darle seguimiento y crear, los planes necesarios para la mejora constante.
Esos primeros primeros dos años se asignaron más de 13 mil millones de pesos y los resultados fueron pocos. Después, sin billetazos, se logró un equilibrio que permitió alcanzar buenos lugares.
Me queda claro que lo hecho en el inicio del ciclo olímpico, con los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, fue maravilloso; a pesar de las dificultades que se esperaban para vencer a Cuba o Colombia, se rompieron muchas marcas y en verdad hicieron historia.
Pero si vamos más allá, en la Universiada Mundial también se hizo un gran papel y no por trabajo del Condde (que se supone es el encargado), sino de las federaciones y los institutos del deporte de entidades como Guanajuato, Estado de México... una docena de estados que han colaborado para preparar con calidad a sus atletas.
Ahora en los Juegos Olímpicos de la Juventud se lleva un buen rendimiento, lo que no es más que el producto de la Olimpiada Nacional, que se realiza desde hace 24 años y que estuvo cerca de desaparecer, algo que afortunadamente no pasó y podemos encontrar, todavía, a buenos atletas desde temprana edad. Se quiera o no, este evento ha ayudado a estos resultados en Buenos Aires. Lo malo es que cuando estos jóvenes rebasan los 18 años se les deja de apoyar, algo que debe cambiar.
Otra de las claves en esta gestión de la Conade ha sido direccionar los recursos de manera adecuada a las federaciones, para el seguimiento de atletas, campamentos, competencias que hacen falta y no para hacer turismo deportivo, como muchos lo entendían anteriormente.
Así como he sido un crítico permanente, ahora creo que debe resaltarse el trabajo que se hizo en los últimos años de este sexenio y lo antes expuesto, son las razones por las que el deporte se salvó de caer al abismo. A mes y medio para que finalice este periodo, lo único que está pendiente es que la Conade cumpla con todos los deportistas que ganaron medalla en los Centroamericanos, y sus entrenadores. Sería lamentable que no se cubra con este compromiso, como sucedió después de los Olímpicos de 2008, cuando Carlos Hermosillo no entregó dichos estímulos.
Hacia el futuro, ojalá que con el gobierno que viene se mantenga el seguimiento a los atletas que son el futuro del deporte de nuestro país, pero también a la manera de trabajar y organizar los recursos para solamente dar pasos hacia adelante y ninguno para atrás.
deportes@eluniversal.com.mx