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Paco Jémez tiene una especie de “crush” con el futbol mexicano. Como que no lo puede superar, y lo entiendo; quizá, todos estaríamos igual después de desperdiciar la mejor oportunidad que ha tenido en su carrera deportiva, y sí que lo fue, ya que tengo clarísimo que Cruz Azul es más importante que Rayo Vallecano, Real Sociedad Deportiva Alcalá, Córdoba, Granada o, el actual, Unión Deportiva Las Palmas, por ejemplo.
Puede decir cualquier cosa del futbol mexicano, cada quien es libre de generarse una opinión. Lo que me generó hasta ternura fue cuando dijo que en México había puesto a todos “en su sitio”.
Me hubiera gustado saber exactamente a qué se refería o qué concepto tiene de “poner a todos en su sitio”.
De él siempre he dicho lo mismo: es un técnico mediocre que presume más conquistas verbales que futbolísticas. Que tiene más recursos retóricos que tácticos, pero —como cada quien puede tener una opinión diferente— me voy a remitir a los números.
Si poner a todo mundo en su sitio significa ganar tan sólo cinco partidos de 17, en su primer torneo, entonces tiene razón.
Si poner a todo mundo en su sitio significa ganar siete de 17 en el segundo, clasificar a la Liguilla y ser eliminado por la versión más triste en años de América, entonces tiene razón.
Y, conceptualmente, si poner a todo mundo en su sitio significa hacer señas obscenas a la afición, entonces tiene razón.
Si poner a todo mundo en su sitio representa mentar madres en las conferencias de prensa, entonces tiene razón.
Si poner a todo mundo en su sitio significa todo eso, entonces sí, nada que alegar.
Todos en nuestro sitio.