Miguel Gurwitz

México ganó cuatro de doce

México ganó cuatro de doce
19/10/2017 |23:30
Redacción El Universal
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La triste actuación de México en la Copa del Mundo Sub-l7 de la India ha pasado desapercibida.

Se retiró del certamen sin ganar un solo juego y con un futbol que no le hace justicia a la historia de la categoría; y no sólo hablo de los dos títulos mundiales obtenidos en los lejanos 2005 y 2011, sino del cuarto lugar en Chile hace dos años y el subcampeonato de 2013.

Todos entendemos que son generaciones distintas y que el éxito no es en lo absoluto un estado permanente en nuestro futbol, pero a eso le sumamos que la Sub-20 también quedó muy lejos de trascender en el Mundial jugado este año en Korea , donde sólo ganó un duelo de cuatro que disputó: 3-2 a Vanuatu , (que dicho sea de paso fue el peor equipo del Mundial habiéndose retirado con tres derrotas y 13 goles en contra), y que la Selección Olímpica fue incapaz de defender su medalla habiendo quedado eliminada en la primera ronda.

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No ha sido un ciclo exitoso, todo lo contrario, todas las divisiones han fracaso en escenarios internacionales, o al menos en los más importantes, si lo resumimos de otra forma, nuestras selecciones sólo ganaron cuatro partidos de 12 que disputaron en Mundiales y Olímpicos .

La Sub-17

tiene varios pasajes de brillantez, no así la 20, que acumula más fracasos que conquistas, sólo aquella lejana actuación en 2011, cuando llegó hasta semifinales en el Mundial de Colombia , de ahí en fuera, poco que rescatar.

La señal es contundente y repetitiva, las generaciones que brillan en menores de 17 años se apagan cuando llegan a la siguiente etapa porque es ahí donde está el cuello de botella, la fe ciega en el extranjero y el gran negocio que representa para algunos, y si a eso le añadimos la regla 10-8 y luego la lastimosa reducción que empata los números, entonces encontraremos la explicación a los fracasos del presente y probablemente los del futuro.

No es cosa menor y mucho menos casualidad, es una clara muestra de que los procesos de crecimiento siguen inconclusos y de que las decisiones federativas se convierten en el principal obstáculo.

De nada sirve pagar giras y concentraciones para los menores si cada vez es más difícil tener cupo en lo profesional.

Procesos a medias, inversiones a medias… resultados a medias.

¿Vamos bien?