Tendrá algunos pasajes memorables, pero no los necesarios. Carece de orígenes históricos contrastantes. Ninguno ha logrado ser consistente y mucho menos dominante.
Cuando de pronto alcanza algún punto de ebullición, es porque algún ex jugador, ex directivo, ex técnico, es decir: un ex, ex, ex, tiene una frase creativa o picosa.
No... Pumas y Guadalajara están lejos de protagonizar un clásico. No digo que sea un mal partido, siempre genera cierto apetito independientemente del estado futbolístico que viva cada uno, que dicho sea de paso, no estan para presumirlo.
El presente pone pareja la cosa por más que uno llegue con dos derrotas consecutivas y el otro de ganar a media semana, porque honestamente la victoria de Chivas no funciona como parámetro para establecer mejoría. Digo, ganar siempre viene bien, pero los triunfos se valoran en función del rival y dicho con todo respeto (me encanta que cada vez que decimos o escribimos eso de “con todo respeto”, quiere decir que ahí viene el madrazo), sí, con todo respeto, le ganaron al Cibao de República Dominicana. Dicho esto, hay poco que agregar, echándole ganas, nos atrevemos a decir que en lo anímico de algo podría servir, pero hasta ahí.
A este enfrentamiento le hace falta sabor, batallas memorables, repito, encontraremos algunas, pero no para emocionarse demasiado. Roba cámara, sí, pero no sería el más atractivo de la jornada: América recibiendo a Xolos parece una combinación más interesante, lo mismo que el duelo entre Lobos y Veracruz peleando el otro campeonato.
Y ya que andamos con eso de las decepciones, la siguiente semana platicamos de los partidos de preparación de México rumbo al Mundial.