Podemos decir cualquier cosa de la campaña de Chivas . Póngale el calificativo que quiera, es lo de menos, porque en general, todos caben: decepcionante, triste, vergonzoso, lamentable, etcétera.
Ciertamente está muy lejos de ser una digna defensa del campeonato, todo lo contrario, pero entre bajas de juego individual, lesiones, una mala pretemporada a causa de la cesión de varios jugadores a la Selección Nacional , cualquier equipo batallaría.
Hay demasiados rumores en torno de la posible salida de Matías Almeyda , lo cual me parece inconcebible. Sería verdaderamente grave que alguien en la institución esté pensando que el problema mayor sea el técnico.
A Jorge Vergara le costó mucho trabajo entender que el manejo de un equipo de futbol nada tenía que ver con el de una empresa, como la que exitosamente posee, incluso él mismo reconoció que su proceso de aprendizaje fue más largo de lo que se imaginaba, pero después de múltiples cambios, vivir verdaderas crisis deportivas, encontró a Matías Almeyda… usted conoce la película.
Este equipo en su parte directiva no necesitaba solamente un buen entrenador; de esos tuvo muchos antes de la llegada del argentino, necesitaba entender que delegar era parte indispensable del éxito; necesitaba a alguien que cumpliera a cabalidad los procesos de formación que la cantera más productiva del país requería; y bueno, llegó el título, quizá antes de lo que muchos podíamos imaginar, como igual de anticipada llego la caída… y en esas están.
El apoyo hacia el entrenador tendría que ser mucho más robusto, más orgánico en la estructura del club. Tendría que ser público y contundente.
Creo que la directiva rojiblanca ha entendido que el desfile de entrenadores ya no es parte de su historia. Imagino que después de comparar los cambios contra los resultados, les quedará claro que la continuidad bien ejercida es parte indispensable del éxito. Y si ni lo creo ni lo imagino, al menos lo deseo.
Matías Almeyd
a debería tener garantizado su trabajo, sobran elementos para así establecerlo.
