En una evaluación objetiva de los 100 días del nuevo gobierno, considerando que asumieron las riendas del país en realidad desde julio pasado, lo más pertinente es reconocer los claros y oscuros de esta nueva administración sin perder de vista el bienestar de los ciudadanos y el futuro de las familias mexicanas.
Por ello, comienzo aplaudiendo la buena intención del gobierno de llevar adelante una política de austeridad y combatir la corrupción desde lo más profundo del sistema.
Igualmente, destaco con énfasis el consenso conseguido por el frente opositor y Morena, para evitar una Guardia Nacional que militarizara al país, y aprobar una con un mando civil, a fin de reintegrar la tranquilidad a los hogares de los mexicanos. ¡Un gran logro, sin ninguna duda!
Aquí hago un paréntesis para enumerar lo que ha lastimado al país en estos 100 días. Empiezo con la falta de seriedad y de transparencia sobre la investigación del accidente del helicóptero, en el que murieron nuestros recordados Rafael Moreno Valle y su esposa, la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y tres personas más.
Continúo con el trato injusto, inequitativo y discriminatorio que se le ha dado a las mujeres, al quitarles presupuesto a las estancias infantiles y a los refugios para víctimas del maltrato. Esto es inaceptable y los panistas seguiremos levantando nuestra voz para que se rectifique al respecto.
Y ahora lo económico: primero, aplaudo el incremento del salario mínimo que incluso se fue al doble en la frontera. Esa era una gran aspiración de los trabajadores mexicanos.
Lo malo y más preocupante en el ámbito económico y que nos ocupa en Acción Nacional, es que debido a las “ocurrencias” y erróneas estrategias del actual gobierno, se han perdido empleos que afectan a las familias mexicanas, y esto debido a que se ha perjudicado seriamente la inversión nacional y extranjera. Lo que está privando es la desconfianza y la incertidumbre en este rubro tan importante.
Sin dudarlo, puedo afirmar que el máximo error ha sido la cancelación del NAIM, con una consulta “a modo”, en donde se perdieron más de 200 mil millones de pesos. Eso a todas luces es corrupción.
Es cierto que el peso tiene un comportamiento relativamente estable, pero también es cierto que ello se debe a factores externos y al buen manejo que ha tenido el Banco de México para que éste no pierda su valor.
Y Pemex, la de “todos los mexicanos”, está en peligro porque por querer ahorrar centavos estamos perdiendo pesos. No se vale el haber puesto al frente de ella a una persona que no tiene la adecuada preparación sobre el tema. Como dato de los errores que se han cometido, recordemos que la comitiva que fue a Nueva York para pedir bonos más baratos, nos costó 10 mil millones de pesos por una falta total de negociación del equipo que nos representaba.
Ahora sumemos a estos costos, la necedad de querer poner una refinería en Dos Bocas, en la tierra del Presidente de la Republica, que podría significar un alto costo económico y ambiental, como lo puede ser también el famoso Tren Maya. No son buenas señales para nuestro futuro.
Para no seguir extendiéndome, agrego como otro problema lo que está sucediendo con el tema laboral: en 100 días 44 huelgas nada más en Matamoros, cuando en todo el sexenio pasado hubo 45. Este es un foco rojo que hay que evaluar con seriedad.
Por supuesto que dejo muchos otros temas que nos preocupan, como el estar avalando la dictadura de Venezuela, la descalificación a las calificadores, la designación de personas sin experiencia y capacidad e incluso con graves conflictos de interés, en instituciones que deben ser totalmente autónomas.
Personalmente, y de seguro muchos estarán de acuerdo, que éste es el inicio de uno de los gobiernos más desafortunado de los que yo tenga recuerdo. Ha sido un gobierno que ha hablado mucho y que hoy concreta poco.