Alfonso Romo está eufórico. Como la mayoría de los integrantes del primer círculo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya saborea las mieles del poder. El que se convertirá en jefe de Gabinete del nuevo gobierno federal –si se consuma el triunfo de Morena el próximo domingo– habla con la confianza del quien se sabe ganador.
El día que me recibió en su oficina de la Ciudad de México, pasó a saludarlo Esteban Moctezuma, otro de los hombres de mayor confianza de Andrés Manuel. ¿Cuánto injerencia y poder va a tener el jefe de Gabinete?, le pregunto a Romo mientras se acomoda en un sillón.
“No sé. Mi función va a ser más de coordinación. Va a haber un gran respeto al gabinete. La figura de chief of Staff conlleva una gran responsabilidad”, responde el empresario propietario de la casa de bolsa Vector.
Alrededor de la figura de Romo y del propio AMLO hay muchas incógnitas –y mitos, como los califica el coordinador del proyecto de nación de Morena– que van más allá de cómo va a gobernar o cuáles serán sus políticas, principalmente en materia económica.
Su relación con los empresarios, la ruptura con el Grupo Monterrey, su amistad con Carlos Slim, Jaime Serra Puche o Pedro Aspe, la supuesta invitación a Guillermo Ortiz y a Santiago Levy al gabinete o cómo piensan tranquilizar a los mercados son incógnitas que Romo accedió a responder.
Sobre Slim, el multimillonario con el que se enfrentó AMLO por el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, dijo que sigue siendo su amigo, aunque no lo ve hace tiempo. “Yo al ingeniero lo respeto. Competí con él en el negocio de cigarros, seguros y empaques y fuimos, como somos ahora, amigables competidores”.
Con respecto al sistema financiero, expone que no van a endurecer las regulaciones, sino a hacerlas “más amigables”. No obstante, reconoce que van a enfocar las baterías al financiamiento a la pequeña y mediana empresas. La banca de desarrollo, añade, tiene que cumplir su cometido: apoyar los nuevos proyectos. “Queremos que haya inversión para que no tengamos excusas y podamos creer a 3.5% o 4% anual”.
En cuanto a la llegada del fugaz secretario de Hacienda y negociador del TLCAN, Jaime Serra Puche, a la presidencia del Consejo de BBVA Bancomer, dijo que lo ve bien. Que no están peleados con el banco español. Que los contactos y las relaciones de Serra Puche van a ayudar a fortalecer a la institución financiera, que es la líder en México.
De la versión que surgió en torno a que Guillermo Ortiz podría ocupar la Secretaría de Hacienda en lugar de Carlos Urzúa, reveló que hace un año el ex gobernador del Banco de México lo invitó dar una plática a fondos de inversión brasileños y Romo aprovechó para preguntarle sobre su experiencia con AMLO cuando fue jefe de Gobierno. “Me dijo que muy cordial. Nunca lo invitamos al gabinete ni él se ofreció ni creo que quiera venir”, apunta.
Con Santiago Levy sí platicaron de esa posibilidad en diciembre pasado. “Lo conozco de hace muchos años y le dije que me interesaba mucho que conociera el proyecto de AMLO y que si cuando dejara su cargo en el Banco Interamericano de Desarrollo le interesaría hacer algo en México, siempre reconociendo que el secretario de Hacienda sería Urzúa. El reto es tener el mejor equipo posible para no defraudar a la gente”, comenta Romo.
En torno al pleito con el Grupo de los 10 de Monterrey –el cual confirman varios empresarios regiomontanos–, Romo dice que es una “leyenda urbana”. “Yo fui parte del Grupo Monterrey y del Consejo Mexicano de Negocios. Me llevo de maravilla con todos. Me acabo de sentar con ellos. Con Armando Garza, con Rogelio y Enrique Zambrano, con Sergio Gutiérrez, con Ricardo Martín Bringas. Hay algunos a los que no les caigo muy bien. No somos monedita de oro, pero me llevo bien con 90%”.
Frente a la reacción de los mercados financieros el día después de la elección, Romo apunta que si bien es difícil saberlo, “yo creo que el peso se va a apreciar después del 1 de julio que ganemos”. “Hoy los fondos están tranquilos y confiados de que va a ser una transición tersa. El mandato de AMLO es hacer todo lo posible para revaluar al peso y para hacerlo tenemos que dar toda la confianza en todos los sectores, hasta el energético que es el que más vamos a revisar”, indica.
Y hasta sobre cómo va a ser la relación con los medios, Romo dice que si bien va a haber un ahorro muy grande en el gasto de publicidad del gobierno, “no va a ser un gobierno republicano sino franciscano. Nos vamos a llevar bien. Los necesitamos”.
Posdata 1. Sobre el secretario de Hacienda con Carlos Salinas, Pedro Aspe, dice que es un muy buen amigo. Que se ven cada tres meses.
Posdata 2. Alfonso Romo tiene una explicación adicional del porqué el peso no se va a desplomar el próximo 2 de julio: “Es la primera vez que hay un equipo trabajando durante 18 meses. No va a haber, como ha sucedido después de las elecciones pasadas, un equipo de transición y luego un gabinete, sino que el equipo de transición va a ser el gabinete y eso va a dar mucha certeza a los mercados”.
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