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La operación cicatriz de Andrés Manuel López Obrador con los principales empresarios mexicanos comenzó el viernes pasado en el club hípico de Alfonso Romo.
Tras 10 años de mantener cerradas sus puertas a los concursos internacionales de salto, Romo organizó el CSI 2018, un certamen en el que se dieron cita alrededor de 91 jinetes internacionales que compitieron por una bolsa de premios de 500 mil pesos y en el que hubo una subasta de caballos, cuyo precio conjunto superó los 100 millones de dólares.
El evento, de corte deportivo y sobre todo social, atrajo los reflectores no sólo por los empresarios que asistieron, sino porque junto a ellos estuvo presente el próximo jefe de la Oficina de la Presidencia, el empresario Alfonso Romo.
La justa hípica se venía preparando desde hace unos meses con la participación del especialista venezolano Leopoldo Palacios, quien diseñó las pistas; sin embargo, cayó como anillo al dedo para que Romo iniciara la operación cicatriz que ordenó el presidente electo tras la cancelación del aeropuerto de Texcoco y luego de los amagos de regular las comisiones bancarias.
Entre los empresarios que acudieron al evento estuvieron José Antonio Chedraui, de Grupo Chedraui; Eugenio Madero, de Rassini; Juan Mussi, de CiBanco; Carlos Peralta, de Grupo Iusa; y Carlos Hank González, de Grupo Financiero Banorte, uno de los patrocinadores.
La mayoría de los empresarios acudieron con sus hijos, quienes mantienen una buena amistad con los nietos universitarios de la familia Romo Garza; en específico, con los hijos de la primogénita Maca Romo de Páez y su actual esposo Adrián Páez.
La segunda parte de la reconciliación de Andrés Manuel López Obrador con la iniciativa privada ocurrió ayer, luego del anuncio de la creación de un Consejo Asesor Empresarial que iniciará trabajos a partir del 1 de diciembre.
El Consejo está conformado por Ricardo Salinas Pliego, fundador y presidente del consejo de Grupo Salinas; Bernardo Gómez, co presidente ejecutivo de Grupo Televisa; Olegario Vázquez Aldir, director general de Grupo Empresarial Ángeles; Carlos Hank González, presidente de Grupo Financiero Banorte, vicepresidente de Gruma y director general de Grupo Hermes; Daniel Chávez, CEO del grupo hotelero Vidanta; Miguel Rincón, dueño de Bio-Pappel; Sergio Gutiérrez, director general de DeAcero; y Miguel Alemán Magnani, presidente ejecutivo de Interjet.
“Me voy a reunir con ellos cada dos o tres meses… vamos a invitar a otros empresarios para que este consejo se vaya fortaleciendo y se vaya convirtiendo en una institución de la sociedad civil que ayude al gobierno para lograr el progreso del país”, dijo el presidente electo en video publicado en sus redes sociales.
El Consejo será coordinado por el futuro jefe de la Oficina de la Presidencia. “Alfonso Romo me ayuda de enlace con los empresarios de México; un grupo de ellos aceptó formar parte de un consejo asesor de apoyo al próximo presidente”, publicó López Obrador en su cuenta de Twitter.
Dos de los integrantes del consejo asesor –Carlos Hank y Olegario Vázquez– son contratistas del malogrado proyecto del aeropuerto de Texcoco. Miguel Alemán Magnani, el presidente de Interjet, se ha pronunciado a favor del proyecto de Santa Lucía y su empresa Grupo Galem participa en proyectos petroleros con Pemex; Daniel Chávez, de Grupo Vidanta, dijo recientemente que le interesa invertir en el proyecto del Tren Maya; y Ricardo Salinas, a través de su Banco Azteca, participará en la repartición de los recursos de los programas sociales del próximo gobierno junto con Banorte.
Esto no quiere decir que los hombres de negocios vayan a enfrentar un conflicto de interés con el próximo gobierno, pero habrá que ser muy cuidadosos para que las buenas intenciones de la iniciativa privada, de acompañar a la nueva administración, no levanten suspicacias.
El otro dato relevante es la ausencia del principal empresario del país, Carlos Slim, o de alguno de sus hijos, en el Consejo. Como aquí hemos referido, actualmente hay un distanciamiento abismal entre el ingeniero y Andrés Manuel López Obrador.
CitiBanamex apuesta por jóvenes.
CitiBanamex tiene un nuevo director de Recursos Humanos. Se trata de Juan Domínguez , ex directivo de FEMSA, quien llegó a mejorar los procesos de reclutamiento del banco que lidera Ernesto Torres Cantú , pero sobre todo a apoyar al nuevo gobierno en sus planes de capacitación de jóvenes.
A través del programa Impulso CitiBanamex, la institución financiera abrirá nuevas oportunidades de empleo a jóvenes mexicanos recién egresados de universidades del país. El programa se conforma de un plan de entrenamiento genérico y cursos especializados, y los seleccionados ocuparán una posición de tiempo completo con un contrato temporal de tres meses a prueba. Una vez terminado este periodo, se evaluará su desempeño y, en caso de resultar satisfactorio, podrán ocupar una posición fija.
Twitter: @MarioMal Email: mario.maldonado.padilla@gmail.com